La Pampa

Una jueza pampeana denunció a la fiscal de Estado por "amenazas"

Todo ocurrió en el marco de una sanción a una magistrada por parte del Superior Tribunal de Justicia. Ahora, la que quedó en el centro de las miradas es la funcionaria provincial Romina Schmidt.

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EL DIARIO digital

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Un sumario administrativo en el ámbito del Poder Judicial por atrasos en causas judiciales, que se inició hace poco más de un año contra la jueza Adriana Gómez Luna, acaba de escalar a un grave conflicto que involucra a la Fiscalía de Estado. La causa, que derivó en la sanción de la magistrada y la posterior apelación judicial, tomó un giro inesperado: la jueza encargada del caso -y de la apelación- se sintió amenazada por un escrito de la fiscala Romina Schmidt, lo que podría derivar en una nueva investigación penal.

El hecho en cuestión ya expuso profundas tensiones internas en el Poder Judicial pampeano. Ahora, según pudo saber El Diario, todo promete convertirse en el primer capítulo de un largo escándalo que salpica al ámbito político.

Retrasos y sumario

Todo comenzó en diciembre de 2023, cuando el STJ inició un sumario administrativo contra dos juezas de la Cámara de Apelaciones: Laura Torres y Adriana Gómez Luna, por el incumplimiento reiterado de los plazos para dictar sentencias. La resolución del máximo tribunal señalaba que Gómez Luna presentaba demoras de hasta tres años en sus expedientes, afectando la "garantía fundamental" de una justicia en tiempo oportuno.

A pesar de que Gómez Luna argumentó que los atrasos se debían a una licencia por enfermedad de un año de duración, el STJ desestimó la justificación al precisar que la demora se produjo en causas sorteadas con posterioridad a su reincorporación. En su defensa, la jueza también apeló a un derecho fundamental que se encontraba en juego, el cual fue desestimado por el STJ.

Meses después, el STJ impuso una dura sanción a Gómez Luna: una multa equivalente al 25% de sus haberes y el cese de su estado judicial, lo que le impide volver a ocupar un cargo en la Justicia. La decisión fue votada por el presidente, José Roberto Sappa, y los ministros Hugo Díaz, Verónica Campo y Fabricio Losi.

La jueza había presentado su renuncia para acogerse a los beneficios de la jubilación, pero el STJ consideró que la sanción era aplicable de todos modos, argumentando que su conducta afectaba la "confianza de la ciudadanía en el funcionamiento del Poder Judicial".

Fue en ese momento que aparecieron las tensiones. Gómez Luna apeló la sanción judicialmente. Con la cúpula del STJ obligada a excusarse, el caso pasó por una larga lista de al menos diez magistrados que se apartaron. Finalmente, la representación recayó en la jueza de Cámara Marina Álvarez y en una abogada de la matrícula.

La situación se agravó cuando la Fiscalía de Estado, en manos de Romina Schmidt, intervino en representación del Estado pampeano y le solicitó a la jueza Álvarez que se excusara del caso. El escrito, lejos de ser un simple pedido formal, contenía una advertencia sobre la posibilidad de que la magistrada recibiera futuros sumarios.

Ante esto, la jueza Marina Álvarez se sintió amenazada y víctima de un eventual perjuicio, motivo por el cual dejó constancia en el expediente -que se tramita en el STJ- que el caso debería pasar al Ministerio Público Fiscal para que se investigue la supuesta comisión del delito de "amenazas".

Así, lo que comenzó como un sumario por un incumplimiento de plazos, se convirtió en una grave disputa legal y política que involucra a las más altas esferas del sistema judicial provincial.

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