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EL DIARIO digital
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El intendente de Toay, Ariel Rojas, reveló que prefirió dar un paso al costado del grupo identificado como de intendencias "no alineadas" con el gobernador Sergio Ziliotto cuando percibió que la tarea del sector limaba la figura del jefe del Ejecutivo. Más aún: consideró que se "amenazaba la gobernabilidad".
Así aludió, sobre todo, al momento en que el intendente de Santa Rosa Luciano di Nápoli decidió jugar por la presidencia del PJ pampeano. Rojas, Di Nápoli y la piquense Fernanda Alonso eran figuras principales de ese espacio que fue decantando y en el que llegaron a confluir 13 jefes y jefas comunales.
Rojas, ya en otro momento político, reclamó a la dirigencia del peronismo en pleno que se sume a la campaña y dijo que el exgobernador Carlos Verna puede ser útil siempre y cuando piense en el beneficio general del peronismo: "hoy por hoy hay algunas situaciones que uno ve que no ayudan", lamentó.
Rojas dijo que en sus inicios el grupo "no alineado" tenía comunicación con el gobernador, lo anoticiaban antes de cada encuentro y lo invitaban a las charlas y le daban un reporte de las conclusiones que se tomaban.
"Un objetivo era apoyar la gobernabilidad del gobernador para que termine de la mejor manera su mandato. Cuando sentí que eso ya no sucedía, no volví a participar", dijo en Radio Kermés.
Aclaró en esta instancia: "Lo he hablado con unos y otros y no quiero malos entendidos... cuando Luciano toma la decisión de su propio armado, hablé con él. Me invitó a su espacio, lo respeté, pero no compartía ni momento ni forma".
"Sentí que no tenía que participar más en ese grupo porque uno de los puntos a tener en cuenta, que era respetar la gobernabilidad, estaba siendo al menos amenazada o tocada", aseveró en el programa Se Picó.
-¿Y en ese proceso se juntaron con Verna?
-No, yo no. Algunos fueron, yo no. No me pareció que tenía que ir. No participé, porque sentí que no era necesario. No tenía que hacerlo.
-¿Fue una decisión tuya no ir?
-Sí, por supuesto. Cada intendente de ese grupo tenía vida propia y tomaba decisiones. En un encuentro dijeron de tener una reunión con Carlos, y yo entendí que no tenía que estar. Los que quisieron ir, fueron.
-¿Crees que Verna tiene que seguir teniendo alta incidencia en lo que se decide en el partido?
-Creo que Carlos es alguien que se ganó un respeto político que va a pasar mucho tiempo para que alguien vuelva a llegar a esa altura. También creo que si esa incidencia es para beneficio del conjunto del peronismo, bienvenida sea... Si va a contribuir, bienvenido. Necesitamos de todos y de todas, y más que nada de quienes han conducido y hacer mucho por la provincia. También creo que hoy por hoy hay algunas situaciones que uno ve que no ayudan, pero desde mi lugar la desconozco, porque no estoy cerca.
-¿Y qué pensás del rol de Luciano di Nápoli en la campaña?
-Qué debería hacer, no soy quién para decirlo. Qué me gustaría que hiciera, puede ser. Me gustaría que se sume, es intendente de la ciudad capital, tiene un potencial tremendo. Es joven, fue reelecto. Necesitamos que en el peronismo estén todo. Y a la vez, hago la pregunta al revés: si no se suma, ¿qué va a hacer? La elección supera candidatos y personas. Hay que elegir el rumbo y tenemos que ponernos de acuerdo: La Pampa necesita que la respeten.