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EL DIARIO digital
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El cimbronazo en la Legisltura provincial por el uso de plata negra del Estado para el uso de gastos personales de diputados y diputadas tuvo un coletazo inesperado: Celeste Rivas fue acusada de ser una "delincuente" por su hermana Antonella Rivas, luego de que confesara que utiliza ese dinero como un sobresueldo, para pagar el alquiler y su vehículo.
"Le roba al Estado", dijo Antonella Rivas. "Siempre se vendió", insistió en sus redes sociales, donde salió a "defender y reivindicar" el apellido.
Rivas es diputada del PRO, teñida de violeta, y está en el centro de la escena especialmente por su rol que obstaculiza la ley por Medanito.
Antonella Rivas pidó: "no asocien mi apellido con esta delincuente, que le roba al Estado, que encubre abusadores, que usa sus contactos políticos para escalar... Siempre usó su aspecto de buenita para cometer toda clase de delitos".
Tal como publicó El Diario, el cíclico escándalo por el uso de los gastos reservados de la Legislatura provincial vuelve al centro de la escena.
Rivas dijo este lunes, durante una entrevista en el programa "Se Picó", de Radio Kermés, que cobra ese dinero "en negro" y que lo usa para gastos personales.
Dijo que cada legislador o legisladora recibe mensualmente una suma aproximada de $1.200.000 que no figura en le recibo y con la que pueden hacer lo que les plazca, sin rendir cuentas. Ese pago "en negro", que anualizado representa alrededor de $500 millones en total, fue fruto de anteriores debates y discusiones en la Legislatura. En general, son dineros destinados a la ayuda social, o incluso al financiamiento de campañas políticas, pero que nada impide que, como en este caso, se destinen al uso de gastos personales.
El uso y abuso de esa plata negra regresa sobre la opinión pública cíclicamente, y en especial cuando la crisis social golpea a los sectores más necesitados. A veces, a la propia dirigencia política que clama por ajuste en los gastos estatales le cuesta dar ese primer paso.
La hermana de la diputada, Antonella, de 35 años, oriunda de Macachín y residente en Santa Rosa, es madre soltera y trabaja como Gestora en Ciudadanía Española.
Su padre cobra la jubilación mínima y enfrentó un cáncer recientemente. "¿Y ésta (Celeste Rivas) está del lado de los que cagan a palos a los jubilados, mete los gastos reservados en su alquiler y en gastos personales mientras yo pido subsidios para los remedios de mi viejo?", se preguntó.
Diferenció: "Nosotros venimos de familia laburante, honesta. Mis abuelos paternos peronistas, los maternos radicales. Mi viejo socialista. El apellido Rivas no representa a ningún/a delincuente".
"Lo que hizo siempre es renegar de donde vino y trepar por guita y poder", añadió.