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EL DIARIO digital
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Cunquero fue parte de momentos históricos para la provincia, participando como profesor en la creación de la universidad y desempeñándose como director de Tierras durante el gobierno de Ismael Amit. En ese rol, estuvo a cargo de un proceso fundamental en la década del '60: el otorgamiento de títulos de propiedad y arrendamientos a los puesteros del oeste pampeano.
Una vida dedicada a la docencia y el agro
El amor de Cunquero por las plantas nació en su infancia porteña, donde creció al cuidado de sus abuelos. "A los 10 años le pedí a mi padre un trozo de tierra para mi quinta propia", recordó en una entrevista con El Diario cuando cumplió 100 años. Esa pasión lo llevó a estudiar en la Facultad de Agronomía de la UBA, de la que se graduó a los 26 años. Su carrera profesional lo llevó a trabajar en el Ministerio de Agricultura, lo que le permitió recorrer la Patagonia, el Chaco y Misiones, aplicando sus conocimientos para regularizar títulos de propiedad.
En 1957, recaló en Eduardo Castex, y poco después, el director de Tierras del gobierno de Amit, Nata Vera, lo invitó a trabajar en la provincia. "Recorrí todo el oeste. Durante 10 años. Me dediqué a inspeccionar las Tierras Fiscales", rememoró. Cunquero confesó que ese trabajo y "estar frente a un aula fue lo mejor de mi vida".
Se jubiló en los años '90 de la actividad docente, en la que fue profesor en la universidad provincial desde su creación, compartiendo cátedra con el eminente ingeniero Guillermo Covas. "Para mí estar frente al aula era sentirme un rey. Era algo maravilloso", aseguró.
La soledad de la edad y la conexión con el mundo
Horacio Cunquero, que solo toma pastillas para la hipertensión, admitió que "es un dolor ver morir a los amigos y a los familiares". Tras enviudar en 2012, lamenta la soledad, pero disfruta de los tiempos actuales y se mantiene conectado a través de la tecnología: "Uso mucho Facebook. Conozco Instagram y Twitter (X). Leo el diario La Nación: me lleva todo el día".
Ayer, Horacio Cunquero celebró un nuevo aniversario de su vida con sus sobrinas y amigos, llegando a los 101 años de vida y manteniendo viva la pasión por su profesión y el recuerdo de una vida dedicada al servicio público y a la enseñanza.