Berhongaray no quiere ser candidato

El exdiputado nacional Martín Berhongaray se siente más afuera que adentro del proceso electoral que entra en una recta final frente a las legislativas de octubre: no quiere ser candidato.

El excandidato a gobernador les anticipó a sus dirigentes de confianza que tomó una decisión: no siente el mínimo entusiasmo por una postulación para el Congreso Nacional.

Ahora le toca soportar las fuertes presiones que vienen desde distintos sectores de la UCR, que lo quieren en la cancha porque es, con mucha diferencia, el candidato que mejor mide en las encuestas. Como el radicalismo pampeano es uno de los mejor posicionados en comparación con sellos de otros puntos del país, la decisión en la provincia también está bajo la lupa de miradas nacionales.

Berhongaray se fue del Congreso el 10 de diciembre de 2023. Antes, había protagonizado la mejor elección del radicalismo en una provincial, cuando perdió por algo más de 5 puntos contra Sergio Ziliotto.

El exdiputado tiene entre ceja y ceja su objetivo de postularse para la Gobernación en 2027. No quiere asumir el riesgo de una candidatura intermedia, porque además el clima del Congreso también le disgusta: no se siente productivo ni es su mejor lugar para el desarrollo de las ideas y políticas que proyecta.

Si Berhongaray efectivamente da ese paso al costado, y se banca las presiones y advertencias de la dirigencia que lo quiere empujar a que sea candidato, la UCR tendrá que pensar una alternativa para su lista. La diputada nacional Marcela Coli, que termina su mandato el 10 de diciembre, está anotada en la lista de posibles candidatas.

El plazo para la definición de los nombres vence el próximo 14 de agosto. Antes, el 7 de agosto, es el período en el cual deben asentarse formalmente las alianzas electorales.

La UCR está en aceitadas negociaciones con el PRO, y una porción de su dirigencia aún confía en que haya puentes más firmes con La Libertad Avanza: hasta ahora, las conversaciones con el partido que preside Adrián Ravier no llevan a buen puerto, porque el partido libertario quiere imponer todas sus condiciones.