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El encargado del edificio donde vivía Beatriz Sarlo se presentó como heredero

El hombre mostró un papel con la firma de la periodista que falleció a fines de 2024.

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EL DIARIO digital

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El 17 de diciembre de 2024, la periodista y escritora Beatriz Sarlo murió a los 82 años como consecuencia de un accidente cerebrovascular y por estos días se está realizando la sucesión.

La sorpresa fue que el encargado del edificio en el que vivía la periodista se presentó como heredero y aseguró que Sarlo le dejó a él su departamento.

El encargado mostró un papel que dice: "Yo, Beatriz Sarlo, (pone su número de documento) quiero dejar mi voluntad de que en caso de mi desaparición o accidente, mi gata Nini debe quedar a cargo de Alberto Meza". Luego da su número de documento y dice certificar su firma.

Pero además de dejarla a su gata, hay otro papel en el que le pide que "se encargue" de su departamento. En el manuscrito se presenta y luego cuenta respecto de su intención antes de morir.

A raíz de esto, Meza se presenta como alguien que quiere hacerse cargo o quedarse con el departamento de Sarlo. Cuando Sarlo dice quedás a cargo de mi departamento, Meza, el encargado, entiende que es suficiente para heredarlo. 

Lo cierto es que Sarlo no tuvo hijos y la herencia tampoco iría a su marido porque estaban separados de hecho, según explicaron en C5N.

A su vez, existe un pedido para que Alberto Sato, su exmarido, sea el que se quede con la herencia: "Respaldamos la presentación en la justicia de Alberto Sato como su heredero, único familiar de Beatriz, ya que se casaron por el Registro Civil de Buenos Aires en marzo de 1966 y nunca se divorciaron, pese a que ambos tuvieron otras parejas y Sato vive desde 1974 en el extranjero".

Denuncian venta

Los amigos más cercanos de la ensayista y académica Beatriz Sarlo denunciaron esta tarde que el portero del edificio de la calle Hidalgo, del barrio de Caballito, en el que vivió ella desde 2004 y hasta su muerte, podría ser el responsable de la venta de parte de su colección de discos detectada recientemente.

El hombre que se presentó ante la justicia para reclamar el inmueble de la intelectual fallecida en diciembre pasado y presentó dos notas manuscritas como evidencia del deseo de Sarlo de dejárselos como herencia.

El hombre, llamado Melanio Alberto Meza López, aseguró que la académica le había legado la custodia de su mascota, una gata llama Niní, y el inmueble tal como se desprende de dos notas de redacción dudosa que entregó ante el Juzgado Civil 91, en una causa que instruye el juez Carlos Hugo Goggi.

Mientras tanto, la escritora e investigadora Sylvia Saítta, albacea de la obra de Sarlo, además de un grupo de intelectuales muy cercanos conformado por Adriana Amante, Adrián Gorelik, David Oubiña, Sylvia Saítta, Ada Solari, Eduardo Stupía y Hugo Vezzetti difundieron un comunicado en el que denuncian que "en los últimos días apareció en venta en una disquería la valiosa colección de discos de Beatriz y su última pareja, Rafael Filippelli, lo que indica que Meza López estaría disponiendo del contenido del departamento con fines mercantiles".

Dos "testamentos"

El portero presentó ante la justicia dos notas manuscritas supuestamente firmadas por Sarlo. En uno de esos dos textos, con fecha 9 de junio, se lee: "Yo, Beatriz Sarlo […] quiero dejar certificada mi voluntad de que, en caso de mi desaparición u otro accidente, mi gata Nini deberá quedar a cargo de Alberto Meza […]. Certifico con mi firma".

Además, un segundo texto manuscrito, fechado dis meses después, el 2 de agosto de 2024, agrega a la custodia de la gata, el departamento: "Alberto Meza quedás a cargo de mi departamento después de mi muerte y también quedás a cargo de mi gata Nini, que te aprecia tanto como te aprecio y valoro yo. Beatriz Sarlo".

La disputa, en todo caso, no alcanza a la biblioteca de Sarlo y sus materiales de trabajo, que la académica encomendó a la escritora e investigadora Sylvia Saítta, albacea de su obra. Esta tarde, Saítta, Amante, Gorelik, Oubiña, Solari, Stupía y Vezzetti aclararon que esa parte del patrimonio se encuentra a salvo.

 "Una de nuestras principales preocupaciones desde que Beatriz entró en un estado muy crítico, en diciembre de 2024, fue poner a resguardo su archivo y biblioteca, cumpliendo su deseo de que estuvieran en el CeDInCi, una institución académica de gran prestigio que da plenas garantías sobre el cuidado y el acceso público a ese patrimonio cultural", explicaron en un documento.

Lo que sí genera esta denuncia del encargado es la paralización de una serie de planes que que el exmarido de Sarlo, el arquitecto Alberto Sato Kotani, había trazado para el destino de sus bienes: tanto el departamento como el estudio de la ensayista servirían para crear un "fideicomiso cultural" para financiar una fundación.

"Respaldamos la presentación en la justicia de Alberto Sato como su heredero, único familiar de Beatriz, ya que se casaron por el Registro Civil de Buenos Aires en marzo de 1966 y nunca se divorciaron, pese a que ambos tuvieron otras parejas y Sato vive desde 1974 en el extranjero", agregaron los firmantes.

De hecho, el arquitecto estuvo en la Argentina en diciembre para despedir a su exmujer y autorizar además la cremación de sus restos. Como su familiar más cercano, se constituyó como heredero. Ahora, la presentación de Meza López, tramitada por su representante, el abogado Carlos Félix Somaglia, impugna a Sato como legatario y abre una disputa judicial.

Una relación estrecha

Sin embargo, Saítta, Amante, Gorelik, Oubiña, Solari, Stupía y Vezzetti reinvindican ese vínculo: "Esta relación nunca se interrumpió (como se puede ver en su correspondencia y en los libros autobiográficos de Beatriz, en los que siempre lo nombra): se encontraban con frecuencia en sus viajes respectivos y en los últimos tiempos, ante el deterioro de su salud, Sato viajó varias veces a Buenos Aires para asistirla".

Aunque Alberto Sato Kotani se casó con Sarlo en 1966, la pareja estaba separada desde hace varias décadas. El arquitecto estuvo en la Argentina en diciembre para despedir a su exmujer y autorizar además la cremación de sus restos. Como su familiar más cercano, se constituyó como heredero.

Por eso, agregan, "nuestro respaldo estaba además fundado en que Sato se presentó como heredero con el único propósito de crear una Fundación con los fondos de los derechos de autor y las propiedades de Beatriz para sostener económicamente el cuidado y mantenimiento del archivo y la biblioteca".

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