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EL DIARIO digital
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Nicolás Adrián Bisterfeld, un enfermero pampeano de 38 años, murió en Viedma tras un siniestro vial en su moto sobre el Puente Viejo, en Viedma. El incidente ocurrió el 12 de abril y tardaron en transfundirle sangre por su religión de Testigo de Jehová, a pedido de su esposa. Finalmente, la justicia autorizó a los médicos, pero el joven falleció el domingo 20 de abril.
Sus restos fueron velados el lunes pasado y sus familiares y allegados emitieron varias condolencias y expresiones de dolor en las redes sociales.
"Muchas guardias de terapia y charlas compartidas con Nico... sin Palabras.. QEPD. Abrazo a los familiares", dijo uno de sus compañeros de trabajo. "¡Qué descanses en paz Nico! ¡Excelente persona y profesional. Un ejemplo para todos", agregó otra allegada.
El 19 de abril, la Justicia de la capital rionegrina resolvió que se pueda donar sangre al enfermero, quien el 12 de abril pasado sufrió un grave accidente de tránsito sin casco colocado en el Puente.
Bisterfeld sufrió un Traumatismo Craneoencefálico (TEC) grave y, en el rescate, sufrió un paro cardiorrespiratorio reanimado con éxito, requiriendo una transfusión de sangre, ante la posibilidad de una intervención quirúrgica a raíz de un agravamiento de su estado.
Como el joven accidentado era testigo de Jehová, eso complejizó el trabajo de los profesionales de la salud. Por el golpe en la cabeza debían operarlo, y se pidieron dadores de sangre.
Sin embargo, los familiares se interpusieron con una medida judicial. Días más tarde la Justicia de Río Negro lo revocó, pero ya se había perdido tiempo transcendental y Nicolás murió.
La madre del joven, Olga Fetter, dialogó con el portal Noticias.net para aclarar ciertas cuestiones.
Primero, agradeció al personal del Hospital Zatti por el trato recibido. "Quisiera hacer público mi agradecimiento a los profesionales de terapia del Hospital Zatti, y quiero dejar en claro que ellos no pudieron hacer el tratamiento correspondiente como la transfusión de sangre para luego intervenirlo. Eso se debió hacerse en el momento", expresó la mujer.
Y aclaró que quien se interpuso la medida judicial fue quien era la pareja de Nicolás. "La esposa de Nicolás se presentó con una fiscal para impedirlo, porque practican la religión de Testigos de Jehová. Les cortó la posibilidad a los profesionales, si no ellos lo hubieran hecho sin dudas", indicó la madre. Este planteo fue formulado a los médicos y el Juzgado de Familia Nº 5, a cargo de Ana Carolina Scoccia.
En el intercambio, la familia indicó que el paciente no había dejado documentación por escrito que impedía esa práctica con lo cual esa flaqueza dejó una puerta abierta para que la magistrada pueda definir el caso, de acuerdo a los trámites del proceso para una resolución favorable.
Los fundamentos plantean que, en el caso, ante la negativa de la esposa a brindar el consentimiento respecto de la transfusión y la falta de directivas anticipadas por parte del paciente o un estado de conciencia que le permita expresar su voluntad por sí (aceptación o negativa), se presenta un conflicto entre el derecho a la vida y la libertad religiosa, que requiere una ponderación judicial respetuosa de los principios de proporcionalidad, necesidad y razonabilidad.
"Por otro lado, la autonomía de la voluntad, expresada en el rechazo a tratamientos médicos por convicciones religiosas, ha sido reconocida y reafirmada por la jurisprudencia nacional e internacional. No obstante, cuando se trata de decisiones que ponen en riesgo inmediato la vida, los tribunales han aceptado excepciones", expuso la resolución entre una andanada de argumentos.
En consecuencia, Scoccia resolvió autorizar al equipo médico del Hospital Zatti a realizar los tratamientos médicos necesarios, de acuerdo al criterio del equipo tratante (que incluye la transfusión de sangre al motociclista, con carácter urgente.
Y completó que esta decisión "se funda en la inexistencia de directivas anticipadas por parte del paciente, el carácter excepcional de la situación, el riesgo vital inminente, y la obligación del Estado de proteger la vida como derecho fundamental".