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Desfinanciamiento universitario: "No hay ningún avance"

La docencia universitaria alertó que "el presupuesto universitario sigue congelado, la caída es histórica". Y reafirman que los salarios perdieron el 30% de poder adquisitivo en tres meses. "No hay medidas concretas", dijo Santiago Audisio, de ADU.

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EL DIARIO digital

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El secretario general de la Asociación de Docentes Universitarios, Santiago Audisio, afirmó que "no hay ningún avance" en el conflicto universitario porque el gobierno nacional, a pesar de que hay reuniones y diálogo luego de la histórica marcha federal de la semana pasada, continúa con el congelamiento del presupuesto y los salarios de las universidades públicas.

El gremialista contó que en las universidades siguen "en un estado de vigilia, de alerta, de movilización, no solamente por el movimiento universitario, por el desfinanciamiento que tiene la educación pública, la investigación, sino también por  el avasallamiento que ha hecho del Congreso, que obviamente que nos afecta a todos y a todos los trabajadores porque aniquila sus derechos".

"¿Qué puede pasar? Que el pueblo salga a la calle y estemos permanentemente en la calle, demostrándoles nuestra fuerza, nuestro poder, nuestro interés en que todos estemos en una condición de igualdad, podamos trabajar, desarrollar nuestra vida, así es que lo que viene ahora es una lucha en la calle, en los claustros, por los espacios laborales, ahí vamos a estar siempre defendiendo el derecho de los trabajadores y de las trabajadoras", dijo Audisio, sobre el futuro inmediato.

Sobre la situación de la UNLPam y el resto del sistema universitario, aclaró que "está en este proceso de desfinanciación, bien sabemos que en este momento el Ministerio de Capital Humano, que dirige Sandra Pettovello, convocó, por un lado, al CIN y, por otro lado, a la Intergremial Universitaria, pero no hay ningún avance".

"Hay reuniones, conversaciones que extraoficialmente se sabe que a los rectores los reúnen, hay diálogo, pero eso es lo único que se rescata, porque bien vendría eso acompañado con la cristalización de medidas que sean la financiación de las universidades, que se garantice la financiación", indicó en declaraciones a Somos La Pampa. Y, por otro lado, "se reúne con los gremios, con los gremios docentes universitarios", pero "no hay ningún avance, son todas conversaciones, hasta ahora reuniones informales, pero venimos perdiendo 34% con este gobierno, con una pérdida en el poder adquisitivo que sumado a lo que se viene haciendo desde los gobiernos anteriores, nuestro salario ha perdido la capacidad del 50%, es decir que la situación salarial es muy grave para el sector docente y no docente".

Sin solución

La Conadu Histórica -la federación en la que está enrolado la ADU, el gremio con presencia en la UNLPam- difundió este jueves un informe que explica por qué  el conflicto universitario no está solucionado "aclarando lo que el gobierno oscurece".

En ese sentido, mencionó que "el presupuesto universitario sigue congelado". "Para todo el año 2024 las universidades tienen asignado un presupuesto igual al presupuesto ejecutado en 2023. Para tener el mismo poder adquisitivo que en 2023, el presupuesto debería ser hoy de $5.084.012 millones. Pero es de $1.415.919 millones. El ajuste que se ha producido, entonces, llega al 72%. Es la "licuación" que festeja Milei", precisó la federación.

 

"La caída del presupuesto es histórica", afirmó. "La comparación histórica con el PBI permite ver la caída del financiamiento para las universidades, y desmiente a quienes dicen no entender por qué protestamos ahora. Los datos hablan con claridad: el gobierno de Milei está empobreciendo a las universidades", remarcó.

 Los gremios indicaron que "la universidad se sostiene con trabajo". "El 90% del presupuesto universitario lo conforman los salarios de docentes y no docentes, que han perdido el 30% de su capacidad adquisitiva. El Secretario Torrendell miente cuando dice que los salarios "se siguen incrementando al calor de los aumentos mensuales". Incrementar los salarios por debajo de la inflación no es aumentarlos: es reducirlos", aclararon.

 Además, recordó que hay "docentes bajo la línea de pobreza". "Está pasando en las universidades algo que no sucedía desde hace más de 20 años: hay docentes por debajo de la línea de pobreza. Por ejemplo: la categoría Ayudante con dedicación semiexclusiva (20 horas) queda por debajo de la media canasta básica. Los salarios de bolsillo de más de la mitad de los cargos docentes universitarios no superan hoy la canasta que define la línea de pobreza", abundaron.

 También plantearon que "el congelamiento de la garantía salarial que debería acordarse en la Paritaria Nacional Docente afecta hoy a quienes trabajan en las categorías auxiliares y con menor antigüedad". "La garantía permanece en $500 mil para la dedicación exclusiva y $125 para la simple. La caída de los ingresos de quienes cobran la garantía es aún más pronunciada. Y todavía mayor para un gran número de docentes del nivel preuniversitario (escuelas y colegios dependientes de las universidades), quienes han dejado de cobrar el adicional por FONID", precisaron.

 Finalmente, señalaron que "el ajuste empobrece a la universidad y a sus trabajadorxs". "No hay forma de resolver la crisis de financiamiento de las universidades si no se soluciona el problema salarial. El ajuste presupuestario, cuyo principal componente es la brutal reducción de los salarios de docentes y no docentes, conlleva un grave deterioro de las condiciones de trabajo y de estudio. En esta situación, la continuidad de las actividades que se realizan en las universidades solo podrá sostenerse sobre la creciente explotación y precarización del trabajo que hacemos en ellas", alertaron.

 Una "extorsión"

"El ajuste presupuestario es una extorsión. El Estado abandona su obligación de financiar la universidad pública y pone deliberadamente en crisis su funcionamiento para forzar una reforma regresiva que abra las puertas al mercado también en la educación superior, neutralizando al mismo tiempo su condición democrática y su capacidad de formar profesionales con compromiso y conciencia crítica", interpretó Conadu Histórica.

"La universidad pública no se salva sola. El programa económico de Milei se apoya estructuralmente en la reducción de salarios y jubilaciones, y en la desregulación económica: libertad para que empresarios y financistas se sigan enriqueciendo, pobreza para la mayoría trabajadora. La lucha en defensa de la universidad pública es una lucha democrática por el derecho de construir con el pueblo un futuro mejor para todes, una Argentina con soberanía, bienestar y justicia social. Más de un millón y medio de personas lo dijimos el 23 de abril en las calles de todo el país. Pero no hay posibilidad de preservar la universidad pública, gratuita, irrestricta, masiva y de excelencia, en una Argentina en la que lo único que avanza es la pobreza, el hambre y el desempleo. La universidad que defendemos es la que camina junto al pueblo", concluyó.

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