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EL DIARIO digital
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"En ese contexto, los obreros padecen una significativa reducción en sus ingresos. En el caso de conseguir un trabajo, los márgenes de ganancia son mínimos", añade el informe.
Detrás de las impactantes cifras que reflejan la caída de la actividad en la construcción privada, hay personas que sufren las consecuencias en carne propia. "Los números son fríos, pero cuando se cuenta la historia humana que se relaciona con ellos, la cuestión adquiere una dimensión dramática", señala APN, la Agencia Provincial de Noticias.
"Pasan los días y cada vez hay menos consultas y menos trabajo. El margen de ganancia es mínimo pero con tal de no estar parado uno le da para adelante. Es una situación complicada para todos los que trabajos en la construcción, más allá del oficio particular que tengamos", nos dice D.M., un pintor con casi 30 años de experiencia en el rubro.
Del mismo modo, A.R., quien lleva adelante una pequeña empresa de construcción con un cuerpo estable de entre 8 a 10 albañiles, además de él mismo, que se encarga de dirigir las obras, sostuvo a la Agencia Provincial de Noticias que "las consultas sobre construcciones desde cero a finalización de obra, son prácticamente nulas".
De acuerdo con su visión, "la gente que elige construir lo hace por etapas y pide presupuesto por un determinado sector, en el caso de las obras que arrancan desde cero". Los pocos llamados que recibe son por consultas sobre ampliaciones de alguna habitación o simples reparaciones de lo ya existente.
"Son momentos difíciles para todo el mundo, y para mantener la rueda del trabajo en movimiento se opta por presupuestar precios bajos pero continuos. La oferta de mano de obra en momentos como este se multiplica, y eso hace que todos los trabajadores de la construcción deban nivelar para abajo al momento de presupuestar para estar competitivos con otras ofertas", aseguró.
Sus servicios son prácticamente completos a la hora de construir, ya que se encarga de la construcción desde cero a finalización de obra, contando con la contratación momentánea de gasistas y electricistas matriculados.
Su trabajo comprende todas las facetas de la construcción, dado que contrata a gasistas, electricistas o plomeros matriculados para concretar así los proyectos de manera integral, por ende conoce la realidad completa del sector. "Con los aumentos de los materiales no se puede mantener estables presupuestos, ni empleados. Al no tener una referencia de precios la cuestión se complica mucho. Imagínense que uno debe contemplar el pago semanal de los obreros y la compra de la materia prima para realizar el trabajo. Los números de hoy quedan desactualizados en cuestión de días", afirma.
Otro de los consultados por APN, cuyas iniciales son E.J., señala que en un contexto de tanta incertidumbre se ve obligado a tomar como referencia el precio de la bolsa de cemento, o el litro de combustible para los presupuestos, "porque el precio del metro cuadrado según el indicador sintético de la construcción ya dejó de ser un parámetro con un mercado tan inestable".
"Sumado a esto, la falta de materiales en los corralones es muy frecuente, la gente en momentos así prefiere no invertir y no quedan muchas alternativas a la hora de elegir materiales de construcción. Las personas que están en proceso de obra compran lo que hay en el momento y se inclinan mucho por las segundas marcas para poder abaratar costos", dijo.
Las ganancias, tanto para las empresas como para los empleados de la construcción, son mínimas, según la visión del entrevistado: "El que tiene una pequeña empresa, como en mi caso, está complicado porque las herramientas se han encarecido mucho. Una hormigonera cuesta casi medio millón de pesos, por ejemplo. Entonces cualquier rotura o cambio de herramientas que se deba hacer rompe los esquemas. Todo se debe derivar al pago de los obreros para mantener el negocio esperando que pase el temporal", indica.