Confirman que la doble vía en Pico estará lista a fin de año
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EL DIARIO digital
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Marcela Feuerschverger (foto) en el Ministerio de Educación y Pascual Fernández en la nueva cartera de Gobierno y Asuntos Municipales son las novedades más relevantes.
Otro de los cambios más importantes es la designación de Erica Riboyra al frente del IPAV, lo que representa el reemplazo de Jorge Lezcano, el líder de Identidad Peronista, quien deja el cargo por una "decisión personal".
El área de Educación bajo la gestión de Pablo Maccione es la que más planteos desató en la opinión pública. A pesar del apoyo de UTELPA, hubo fuertes reclamo por el rumbo y el nivel educativo que minaron la gestión de Maccione.
El otro cambio, que lleva a Pascual Fernández a Gobierno y Asuntos Municipales, es una modificación obligada por la salida de Rauschenberger, pero representa un reconocimiento a los intendentes y al propio jefe comunal de Uriburu.
Otra designación es la de Pablo Lucero en Cultura. El actual director del Museo de Artes reemplazará a Adriana Maggio, cuya salida ya se había anticipado.
El camporista intendente de Telén, Saúl Echeveste, se hará cargo de Turismo, hasta ahora en manos de Adriana Romero.
Las áreas y las y los designados son los siguientes:
ASESORIA LETRADA: Griselda Ostertag.
CONECTIVIDAD Y MODERNIZACIÓN: Antonio Curciarello.
DESARROLLO SOCIAL Y DERECHOS HUMANOS: Diego Álvarez.
CULTURA: Pablo Lucero.
EDUCACIÓN: Marcela Feuerschvenger.
ENERGÍA Y MINERÍA: Matías Toso.
FISCALÍA DE ESTADO: Romina Schmidt.
GOBIERNO Y ASUNTOS MUNICIPALES: Pascual Fernández.
HACIENDA Y FINANZAS: Guido Bisterfeld.
INSTITUTO PROVINCIAL AUTÁRQUICO DE VIVIENDA: Erica Riboyra.
MUJER, GÉNERO Y DIVERSIDAD: Gabriela Labourié.
OBRAS PÚBLICAS: Julio Rojo.
PRODUCCIÓN: Fernanda González.
SALUD: Mario Rubén Kohan.
SECRETARÍA GENERAL: Jose Vanini.
SEGURIDAD Y JUSTICIA: Horacio Di Nápoli.
TRABAJO Y PROMOCIÓN DEL EMPLEO: Marcelo Pedehontaá.
TURISMO: Saúl Echeveste.
Con cautela
El gobernador Sergio Ziliotto se manejó con la cautela que le es propia, pero con más razón frente al nuevo escenario político, económico y social que asoma en el horizonte. Por eso movió piezas de manera más bien conservadora e hizo leves modificaciones de su esquema ministerial.
Lo que se percibía en el gobierno provincial -y así lo señaló este diario- era una apuesta a una continuidad, pero también bajo la advertencia de que es un proceso dinámico y no un cierre definitivo: la Provincia busca "desensillar hasta que aclare" y algunas condiciones que por ahora son pura incertidumbre desnuden su verdadero rumbo.
El gobierno nacional de Javier Milei tiene mucho de incógnita, si bien se promociona su decisión ajustadora: quedan definirse de manera más clara las alianzas y los sectores que se sentirían parte de un oficialismo, para que también de ese modo se articule la oposición.
Quedan por conocer cuál es el real conocimiento del manejo del Estado que tiene el gobierno electo; cuál es el impacto de las medidas económicas, su consecuencia en la calle, la respuesta de las fuerzas de seguridad; y también quedan por conocer los alcances de la psicología presidencial. Todo está en proceso.
El equilibrio justo
La Provincia busca sostener un equilibrio entre la responsabilidad en el manejo de fondos acotados y la necesidad de inyectar recursos para que no se caiga tanto el consumo.
El escenario de "estanflación" que anuncia Milei con naturalidad es el peor que pueda imaginarse: aumento de precios, tarifas, más inflación, pero además con parálisis de la actividad económica y sin plata en el bolsillo, ni circulando en el comercio. Eso, para la Provincia, tiene otra consecuencia directa: se recauda menos.
En ese contexto, La Pampa invertirá nada menos que unos $30.000 millones cuando se paguen los salarios y el aguinaldo en diciembre. Los $3.800 millones que Nación hace llegar a modo de compensación cubren un tercio del aguinaldo.
En el dificultoso panorama, Ziliotto resolvió andar en puntas de pie, sin tomar demasiados riesgos ni hacer ruidos. A contramano, por ejemplo, de lo que en Santa Rosa ya dispuso el intendente Luciano di Nápoli, que le pasó tijera a los cargos políticos y redujo la planta de puestos de autoridades en un 25%.
El gobernador, fiel a su estilo calculador, metió un par de modificaciones en la estructura del gabinete, sin grandes revoluciones: jerarquizó el área de Ambiente y del "Cambio Climático", porque está en la agenda y es también un modo de marcar diferencias con el negacionismo "libertario". Reconvirtió al área de Asuntos Municipales, a la que le bajó la impronta. Y no mucho más.
