La Pampa

Hallaron nuevos restos óseos en un campo de Telén: sería un enterratorio ancestral

El hallazgo se produjo en la misma barranca donde se encontró un cráneo en 2018 y otros restos de más de una persona. Tienen una antigüedad de más de 2100 años. 

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EL DIARIO digital

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El 8 de noviembre de 2018 fue denunciado en la Comisaría de Telén el hallazgo de un cráneo humano en un campo por dos personas que cazaban en el lugar, una zona de barrancas en el campo San Enrique, ubicado a unos 40 kilómetros de Telén. Los investigadores levantaron dos piezas óseas para estudiar y esclarecer el origen.

En ese lugar, se identificaron huesos de más de una persona. Estaban enterrados a una distancia de 6,51 metros y a una profundidad de 90 metros. Recientemente – teniendo en cuenta que se trata de una barranca – se procedió al levantamiento de nuevos restos. En este caso, estaban pintados de un color ocre. 

En La Pampa, ya hubo hallazgos similares, en 25 de mayo y en Lihuel Calel. Recientemente, con la obra del gasoducto Néstor Kirchner, se encontraron punta de flechas y piedras talladas en la profundidad de la traza realizada en territorio pampeano, confirmaron desde Comunidades Originarias.

En 2019, el análisis del Laboratorio de Radiocarbono (LATYR) del Centro de Investigaciones Geológicas ha permitido datar las muestras óseas que fueron extraídas por el equipo de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural (DPPC): el rango cronológico para las mismas se ubica entre los años 385 a.C. al 112 a.C. 

El análisis se realizó por pedido de la fiscal Alejandra Moyano González, de la Oficina Pública del Ministerio Público Fiscal de la IV Circunscripción Judicial.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de La Pampa informó que, junto los pueblos originarios, definirán el destino del cráneo y otros huesos humanos que tienen al menos 2100 años. 

 "La Secretaría de Cultura, autoridad de aplicación de la Ley 3.104 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico tomará intervención a partir de este momento, definiendo el destino de los restos extraídos, acordando con los Pueblos Originarios de la región y con los investigadores que tienen a su cargo el estudio arqueológico del área el procedimiento a seguir, priorizando la conservación de los restos y el debido respeto por los fallecidos de estas comunidades ancestrales", indicaron.

Participaron del trabajo de campo la arqueóloga de la UBA y de la UNLu, Alicia Tapia; la arqueóloga de la UNLPam y de la UNLu, Mabel Fernández; y Walther Abal, a cargo de la logística.

Lucha histórica

Marisa Serraino – integrante de la Comunidad Rosa Moreno Mariqueo – expresó que estos hallazgos permiten afianzar una lucha histórica: "Esto tiene una connotación. Estas tierras se venían a conquistar porque decían que esto era un desierto. Pero acá hubo vida hace miles de 

"Tenemos una Ley (Ley 3.104 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico) y una Secretaría de Cultura provincial que nos hace partícipe como Comunidades Aborígenes. Estos huesos van a laboratorios para su estudio y vuelven. No son piezas de museo, porque si van a un museo es profanación. Estos restos vuelven a la tierra. A principio de 2024, en Comunidades, se decidirá el lugar para reentrar estos restos", finalizó Serraino.

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