La Pampa

Ganadores, perdedores y no tanto

Los resultados de la elección en la provincia posicionan de diverso modo a agrupaciones políticas y dirigentes. Se abre un nuevo panorama con vistas a la segunda vuelta y para cerrar el proceso de un largo año electoral.

Escuchá esta nota

EL DIARIO digital

minutos

El PJ pampeano. La estructura partidaria del oficialismo, que en la previa a la PASO había dormido la siesta y casi ninguneado la elección, puso toda la carne en el asador para darla vuelta y la remontó. Con lo justo, pero se permitió la alegría de celebrar que también en La Pampa Sergio Massa fuera el candidato presidencial más votado. Eso no implica que no tenga autocríticas para hacer y asuntos que revisar, a la luz de cómo se han dado los procesos electorales.

La Libertad Avanza. Sin gran estructura, sin candidato a diputado nacional, con el propio Javier Milei de algún modo conspirando contra su presencia en la provincia, el espacio logró enorme visibilidad y sostuvo a grandes rasgos su desempeño de agosto. Aunque en algunas localidades perdió votos, el sector que hasta hace unos meses no existía o era un misterio, ahora resulta competitivo.

El PRO. El espacio macrista se enfrenta a una paradoja, que dependerá en gran parte del modo en que dispare ahora la interna nacional de la alianza. Aún así, Martín Ardohain ocupará una banca nacional en el Congreso, un espacio que el sector no tenía y que perdió el radicalismo. A la vez, el PRO no tiene gran representación en la provincia ni en los municipios.

La UCR. El radicalismo sale golpeadísimo, pero también se asoma a una paradoja. Su alianza con el PRO, especialmente en La Pampa, le ha dejado más tragos amargos que alegrías. A la vez, es lógico que algunos de sus dirigentes locales sean tanteados por el justicialismo, si de veras Unión por la Patria apunta a un gobierno de "unidad nacional" que se nutra de referencias de los sectores populares. Vendrá un mes movido de contactos, charlas y posibles acuerdos.

Sergio Ziliotto. El gobernador jugó a fondo de manera casi personal, esta vez sí liderando absolutamente la remontada. Aunque en mayo ganó la reelección con una diferencia no tan grande, ese triunfo se demostró clave a la luz de lo que vedría: otros peronismos provinciales de larga data no pudieron sostenerse como oficialismo. La reelección asegurada le permitió a Ziliotto tener incidencia fundamental en la elección de este domingo.

Martín Berhongaray. Referente central del radicalismo, después de la gran elección que hizo como candidato a gobernador en el mes de mayo, quedó fuera de la escena de esta elección porque la dirigencia nacional de Juntos por el Cambio le impidió ser el postulante de la unidad. Eso dejó a la UCR sin candidato natural y enrareció las cosas en la alianza. Aun así, Berhongaray conserva, justamente por esa decisión, una legitimidad que no muchos tienen.

Ariel Rauschenberger. Aceptó ser el candidato a diputado nacional en un momento complicado y cuando no sobraban aspirantes. Es la segunda remontada similar que le toca protagonizar, tal como ocurrió en 2017, cuando tras la PASO del oficialismo por debajo del PRO logró revertir el resultado para ganarle a Martín Maquieyra, en aquel caso con el liderazgo de Carlos Verna.

Abel Sabarots. Otro ejemplo del modo en que la alianza perjudicó al radicalismo. El intendente de General Acha, que en mayo sacó más del 80% de los votos, ahora perdió la elección en su ciudad a manos de Javier Milei. De todos modos, el jefe comunal sureño tuvo la sensatez de anunciar de algún modo cuál será su comportamiento antes de la segunda vuelta, ya que en la previa dijo que consideraba que los comportamientos y planteos del candidato de La Libertad Avanza era un riesgo para el sistema democrático.

También te puede interesar...