El Estado como "aliado estratégico" y necesario del agro

"No se puede pasar de la competitividad al desarrollo sostenible sin la intervención del estado", dijo Santiago Ferro Moreno, docente de la Facultad de Agronomía, y organizador del webinar sobre la importancia de la inversión del estado en el desarrollo del agro que se realizó el miércoles pasado.

De la reunión interactiva de tipo seminario participaron Luz Lardone, la pampeana directora del Conicet, José Gobbi, del Inta, y Cristian Desideri, del Ministerio de Defensa del gobierno nacional. Los expositores subrayaron en general el rol fundamental del estado, como un "aliado estratégico", en la investigación y conocimiento para el desarrollo agropecuario y de la industria del sector para enfrentar los desafíos de la época. Pusieron en valor la inversión del estado para el desarrollo del sector y el riesgo de que esto desaparezca de las políticas públicas.

Santiago Ferro Moreno destacó la "competitividad" del sector agropecuario del país, pero advirtió que sin la inversión del estado en investigación, difícil será superar la "brecha" actual entre la forma de producción competitiva a partir de ventajas naturales con el modelo de desarrollo sostenible que exige la tendencia mundial.

El docente instó a los participantes del webinar a trabajar en un "plan de país" a largo plazo que logre consenso y sostenga políticas de desarrollo del complejo agroindustrial y que no depende en los trazos gruesos de los cambios de gobierno.

La charla se dio a días de las elecciones de este domingo y frente a la alerta de propuestas de algunos de los presidenciables respecto a cerrar o desfinanciar organismos como el Conicet, Senasa, el INTA o las facultades de Agronomía de las universidades públicas, todos relacionados con el sector.

En primer lugar, la directora del Conicet, Luz Lardone, puso en relieve que desde las áreas de Ciencia y Técnica el estado nacional invierte en el sistema científico de organismos públicos y privados, empresas, que reciben subsidios y fondos públicos (Ver nota aparte).

Los desafíos de época

Por su parte, desde el INTA, José Gobbi explicó que "en general en el mundo se enfrenta desafíos en mundo complejo y dinámico" en el contexto de la salida de la pandemia y las guerras actuales. "Eso altera dinámicas, relaciones comerciales y precios relativos", dijo.

Mencionó que se calcula que en 2030 "seremos 8 mil millones de personas. Somos muchos. Eso genera expansión en demanda de alimentos". Detalló otras circunstancias: "Hay una sofisticación de las dietas. China e India demandan proteínas animales, antes no. Los consumidores tienen exigencias de trazabilidad e inocuidad y alimentos certificados. La condición ambiental en que se producen en la góndola es relevante. Hay cambios culturales dinámicos que hacen el contexto de demanda del sector agropecuaria a escala global que no se veía hace 15 años".

El investigador precisó que los "grandes jugadores" a nivel internacional, comercializadores de productos primarios y elaborados, integrados en cadenas globales, definen las normas.

"Nosotros como país tenemos la necesidad de insertarnos para ser competitivos y poder estar en los mercados internacionales. Hay efectos de cambio climático, se demanda sistemas de mitigación, producción inteligente. La Unión Europea exige huella de carbono a partir del 1 de enero del año próximo (son barreras para arancelarias). Hay que demostrar que tenemos producción sustentable y amigable con el ambiente", comentó.

En cuanto al panorama interno del país, dijo que es "dinámico y con tensiones", ya que se plantean competencias por el uso del suelo, del agua y de la mano de obra entre distintos sectores producticos. También está el avance de la frontera agropecuaria sobre regiones frágiles que antes eran periféricas y que "demandan otro sistema de producción diferente a la pampa húmeda, adaptarlo a condiciones ecológicas más frágiles. Antes eran periféricas.

"Tenemos sistemas productivos cada vez más complejos y automatizaods. Demandan más profesionalidad", añadió.

En síntesis, indicó que "toda esta complejidad demanda que seamos creativos en la forma de encarar y dar solución y proponer vías para enfrentar cada uno de los desafíos que parecían del futuro y hoy son los desafíos que enfrentamos todos los días".

Estado, aliado estratégico

El Inta, indicó, lo que hace es "lidiar con todos estos aspectos". Destacó ventajas comparativas del organismo: la presencia territorial (15 centros regionales que cubren todo el país 52 estaciones experimentales). Dijo que trabajan en la investigación y proyectos con cultivos, ganadería, lechería. Pero también en temáticas emergentes, ordenamiento territorial, la temática ambiental. 

"Se intenta dar respuesta a las demandas del territorio como de contextos regionales o globales", dijo. Destacó que participan privados, universidades, algo que permite recabar demandas. Y trabajo en redes e interinstitucional. "Es importante la articulación para llevar actividades para dar respuestas a problemáticas emergentes", remarcó.

Gobbi puso como ejemplo a países como Brasil, Australia, Estados Unidos o la Unión Europea, que tienen sectores agroindustriales potentes, que marcan los lineamientos en los mercados, y existe una fuerte articulación entre diferentes organismos públicos, por un lado, y entre el público y los privados por el otro. "El desarrollo con alianzas estratégicas lideradas por el estado es extremadamente relevante", remarcó.

"En el contexto mundial actual es impensable no considerar al estado como un articulador estratégico para poder desarrollar los sectores de la economía. Si miramos aquellos países exitosos en el término de su despegue, que miramos como faro, el rol del estado para articular los distintos sectores estratégicos ha sido clave. Si la Argentina piensa en tener un desarrollo ambientalmente sustentable, adecuado, es impensable tratar de plantear que no tenga un rol el estado", concluyó.

Inversión para alertas tempranas

Por su parte, Cristian Desideri, ministerio de Defensa, destacó la inversión del Estado en el Servicio de Meteorología que permite a los sectores productivos contar con información vital como alertas tempranos y tendencias climáticas en las distintas regiones productivas del país.

Mencionó la puesta en funcionamiento reciente la supercomputadora Clementina XXI en el Centro de Cómputos en el SMN, un dispositivo valorado en 1.740 millones de pesos, ubicado entre los cien más potentes del mundo, y caracterizado por ser de uso abierto y compartido a todo el Sistema de Ciencia y Tecnología nacional, lo que representa un salto cualitativo para la ciencia argentina y el sistema científico tecnológico.