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No todo lo que brilla es dólar: desarrollo vs dolarización

Por Grupo de Investigación "Economía Heterodoxa desde La Pampa", bajo la dirección del Lic. Sebastián LASTIRI (Docente investigador CICE-FCEyJ-UNLPAM).

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EL DIARIO digital

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El debate entre el desarrollo económico y la dolarización como soluciones para los desafíos financieros de Argentina está en plena efervescencia. Dolarizar la economía argentina traería varias consecuencias negativas en el corto y largo plazo y ya resultó ser una estrategia fallida en diversas partes del mundo. Un Estado promoviendo el desarrollo es la fórmula para sacar adelante la economía de la Argentina. ¿Por qué la dolarización no ha cumplido con las expectativas en otros países como Ecuador? ¿Cuáles son las alternativas más efectivas para abordar los desafíos económicos para Argentina?

Argentina atraviesa una delicada e inestable situación económica con altas tasas de inflación que impactan en la vida cotidiana de los trabajadores con pérdida del poder adquisitivo de sus salarios y afecta la rentabilidad de las pymes con altas tasas de interés.

Las causas que nos condujeron a esta crisis las podemos resumir en: el endeudamiento y condicionamiento del FMI, luego la pandemia, la guerra Ucrania-Rusia y este año una de las peores sequías de la historia. Todos estos factores llevaron a desequilibrios fiscales, monetarios y escasez de divisas que derivó en la devaluación de nuestra moneda y la consecuente inflación

Argentina contrajo entre los años 2018 y 2019 la deuda más grande de la historia del FMI y la deuda más grande de la historia de nuestro país. Pasó de no deberle nada a tomar U$ 45.000 millones condicionando no sólo los futuros equilibrios presupuestarios y externos, sino la autonomía política que quedó supeditada a las decisiones de este organismo que, desde hace ya tiempo, dejó de ser una salvaguarda financiera para los países y se transformó en un agente de presión de los fondos especulativos.

Además, nada de esa gigantesca deuda se utilizó para crear condiciones de desarrollo propicias para nuestro país que contribuyan al repago de esta, sólo financió la fuga de capitales.

A estos problemas, se sumaron algunos errores en la gestión económica del gobierno nacional y ante esta situación en esta contienda electoral aparecen dos miradas antagónicas: el camino liberal de la dolarización y el camino del desarrollo y el trabajo.

Dolarización: una falsa solución que ya fracasó en el mundo y en Argentina

La vieja propuesta extrema de dolarización reapareció con fuerza encabezada por el candidato a presidente Javier Milei. La adopción del dólar como moneda y la destrucción del Banco Central tiene escasísimos adeptos en el mundo. De hecho, de los pocos países que la adoptaron (11 de 184) en distintos formatos, el de mayor extensión, población y tamaño de su economía es Ecuador, caso que este candidato presidencial toma como referencia de implementación exitosa.

La primera contraindicación es el costo económico, social y político de la medida. Si nuestra economía tiene un problema de escasez de divisas, agregarle un nuevo uso al dólar para el pago de todos los bienes y servicios que hoy se pagan en pesos, sólo aumentará la escasez y hará aumentar el valor al que se realice la conversión.

Por este motivo es falaz el argumento de Milei sobre la conversión al tipo de cambio financiero actual. La medida requiere endeudarse por el equivalente a dos préstamos del FMI, privatizar recursos estratégicos como Vaca Muerta y el Litio, la implementación de un corralito o plan bonex (cambio de plazos fijos por bonos a 10 años) y aun así, el tipo de cambio de conversión se estima entre los $3.000 y $4.000 por dólar.

Esto implicaría que el salario promedio en Argentina se ubicaría entre los U$ 100 y U$200 por mes. Esta disminución del poder adquisitivo junto a un brutal recorte de los servicios de salud y educación que hoy brinda el estado y pasarían a ser solventados por cada familia argentina y la quita de subsidios a los más vulnerables generaría una profundización de la desigualdad, reducción de la calidad de vida y limitaría las posibilidades de desarrollo

El caso de Ecuador lo demuestra. Su proceso de dolarización incluyó todos estos aspectos y el gobierno que la implementó el 10 de enero de 2000 fue destituido 10 días después por el descontento popular.

Pero no sólo es costosa e inconveniente su implementación en el corto plazo, también lo es en el largo plazo: en 2002 Argentina y Ecuador tenían una producción por habitante similar (U$ 2.579 y U$ 2.184 respectivamente, según el Banco Mundial) mientras que en 2022 Argentina más que duplicaba la producción por habitante de Ecuador (U$ 13.686 y U$ 6.391). Además, Ecuador se encuentra envuelto en una crisis institucional que incluyó el asesinato de varios referentes políticos en los últimos meses.

Otro antecedente similar, aunque con algunos matices diferentes, fue la convertibilidad en Argentina, que fue implementada en el año 1991 y 10 años después dejó como saldo endeudamiento, las tasas más altas de desempleo y pobreza de los 40 años de democracia, el cierre de empresas, el embargo de campos, la emisión de 15 cuasimonedas y la pérdida de varias vidas.

Cuidemos el futuro: una mirada alternativa con el foco puesto en el desarrollo

No hay recetas milagrosas. El trabajo conjunto entre sector público y sector privado y la complementación entre los diferentes niveles de gobierno nacional, provincial y municipal son el primer requisito. No se trata de una disputa entre lo público y lo privado sino de una complementación para lograr crecimiento con inclusión social, federalismo y sostenibilidad ambiental.

Las bases estructurales y de largo plazo las podemos resumir en 5 pilares: 1) desendeudamiento con el FMI; 2) Aumento de las exportaciones; 3) Salud, educación, ciencia y tecnología; 4) Infraestructura estratégica (gasoductos, energía, logística, viviendas, etc) y 5) Equilibrio Fiscal y Monetario.

En los últimos 45 días el gobierno implementó más de 40 medidas para mitigar los efectos de la inflación y para contenerla en el corto y largo plazo.

Medidas para mitigar los efectos de la inflación

Uno de los efectos más adversos de la inflación es la reducción del poder de compra de los ingresos de las familias y en particular, los de ingresos medios y bajos.

En esta línea se implementaron más de 30 políticas concretas, que benefician a más 22 millones de personas, entre las que se destacan: suma fija de $60.000 para los trabajadores registrados; jubilados: bono y refuerzo de $52 mil; desocupados: refuerzo de ingresos de $94.000 (similar IFE); eliminación del impuesto a las ganancias para trabajadores: sólo pagan quienes cobran más de $2 millones por mes; devolución del iva, créditos y eximición de pago para monotributistas, entre otras.

Abordando los Desafíos Económicos: Medidas Clave para eliminar la inflación

En primer lugar, fue necesario afrontar el problema más grave de la economía argentina que es la deuda más grande de la historia contraída con el FMI entre 2018 y 2019.

Después de una ardua y tensa negociación, en agosto de 2023 se logró un acuerdo que evitó una crisis de dimensiones catastróficas para nuestro país y será una carga que deberemos seguir sobrellevando los argentinos. Por este motivo, con una perspectiva de largo plazo es necesario diversificar nuestras fuentes de financiamiento para reducir la dependencia con el fondo. El ingreso a los BRICS es una importante herramienta para financiar proyectos estratégicos de infraestructura que nos permitan crecer, ahorrar divisas y desarrollarnos no sólo para mejorar la calidad de vida de los argentinos sino también para afrontar los pagos de la deuda heredada.

La otra medida estructural tiene que ver con el fomento de las exportaciones: la promoción comercial internacional, la intensificación de las relaciones con nuestros principales socios comerciales como China, Brasil y el Mercosur y la incorporación de nuevos sectores exportadores como la industria del conocimiento, la reversión del balance comercial energético que superará los U$ 5000 M de superávit en 2024, las exportaciones del complejo del litio y sus actividades de agregado de valor y la recuperación de más de u$ 15 mil millones de exportaciones agroindustriales por el fin de la sequía permiten vislumbrar el camino de la recuperación de la Argentina y la corrección de los desequilibrios fiscales y externos necesarios para poner fin a la inflación.

La inversión pública en infraestructura estratégica es otro pilar de la propuesta, con el rol activo del estado para la construcción de las nuevas obras complementarias al Gasoducto Nestor Kirchner, la vinculación público-privada para el desarrollo de energías renovables, conectividad, rutas y viviendas, entre otras.

La inversión en educación, ciencia y tecnología permitirá aumentar las exportaciones de conocimiento y mejorar la competitividad de nuestra economía. El conocimiento es un factor clave en los procesos de desarrollo y los países cuyos gobiernos tienen un rol activo en su financiamiento son quienes logran procesos sostenidos de crecimiento y calidad de vida.

Por eso, la salud y la educación pública y gratuita y la inversión en ciencia y tecnología son componentes claves en esta propuesta de desarrollo.

Estas medidas contribuirán al equilibrio fiscal y están siendo acompañadas por acciones específicas en el mismo sentido:

Para aumentar la recaudación, atacar la evasión: el convenio con EEUU para intercambio de información de activos en el exterior, una Ley de blanqueo y un endurecimiento de la Ley Penal Tributaria.

Aumento de recaudación por incremento de exportaciones y mayor nivel de actividad, principalmente agroindustria post sequía, energía, complejo del litio e industria del conocimiento.

iii. Reducción de inequidad de algunos gastos, como por ejemplo la ya iniciada segmentación de tarifas que evita que reciba subsidios aquel usuario de alto poder adquisitivo que puede afrontar el pago.

Eliminación de algunos beneficios y exenciones para algunos sectores políticos y empresariales.

Partiendo de estos 5 pilares estructurales, asumiendo la responsabilidad de atenuar la enorme carga de la deuda y corrigiendo los errores de esta gestión, el camino del desarrollo aparece como el más consistente para lograr un país más estable, con oportunidades de empleo y crecimiento gracias a la complementación entre el sector público y el privado, con justicia y movilidad social ascendente, con acceso a la salud y educación y con un ambiente sano que redunde en un desarrollo sostenible y federal.

El camino no estará libre de obstáculos pero, aún ante las adversidades y gracias a las políticas de apoyo a las pymes y a la generación de empleo, el dinamismo de la obra pública y el esfuerzo del sector privado la economía muestra algunos signos favorables: 10 de los 15 sectores de la economía mantienen valores positivos; se continuaron generando puestos de trabajo reduciendo el desempleo al 6,2%, valor más bajo de los últimos 7 años; record de empleo privado registrado nacional y provincial; la explotación de Vaca Muerta y la actividad de YPF permitieron revertir los u$ 5000 millones de déficit energético de 2022; el gobierno nacional entregó 115 mil viviendas y en La Pampa se cumplió con el compromiso de las 1.000 por año después del déficit habitacional que dejó el gobierno de Juntos por el cambio; se logró la reactivación de industrias como la Ex Calzar cerrada en 2018 por la apertura indiscriminada de importaciones; se presentó el nuevo proyecto de Ley de Financiamiento Educativo y en La Pampa, se llevó a cabo la puesta en marcha del Hospital René Favaloro, entre otros logros que pudimos alcanzar las y los argentinas y argentinos en este 2023.

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