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Desalojo de La Recova: "Temo por mi vida", expresó Liliana Ortiz

La mujer que reclama por la propiedad de la esquina céntrica de Santa Rosa difundió un mensaje en video. Allí le pide al ministro di Nápoli que intervenga en la causa. 

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EL DIARIO digital

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Liliana Ortiz, la mujer que reclama el desalojo de la confitería La Recova en Santa Rosa, difundió un video donde además de insistir en el pedido de justicia, expresa: "temo por mi vida, dado que nuestra propiedad está valuada en varios millones de dólares".

En el video difundido por Youtube, Ortiz difundió un mensaje donde lee una carta al ministro de Seguridad Horacio di Nápoli (aunque lo confunde como ministro de Justicia) donde insiste en el pedido de desalojo de la cafetería.

"Hace 24 años esperamos poder entrar a nuestra propiedad, donde funciona una conocida cafetería en Santa Rosa", dice Ortiz en el video sobre la causa que se tramita en el Juzgado Civil y Comercial N° 4, a cargo de Ivana Álvarez Burgos.

"Argentina está pasando por una crisis ética tal y como se ve en los medios de comunicación con el caso clan Cena, de la provincia de Chaco", sostiene la mujer. Y agregó: "temo por mi vida, dado que nuestra propiedad está valuada en varios millones de dólares".

En la carta, Ortiz le pide a di Nápoli que, "dado que la sentencia de desalojo no sale, estando los plazos vencidos, le pido que arbitre medidas de consulta a la Dra. Ivana Valeria Álvarez Burgos para que en caso que tuviera información sobre mi temor haría lo posible para informarlo a través suyo".

Y reiteró: "temo sufrir un evento dañoso que termine con mi vida por los seguimientos, persecuciones, que sufro hace muchos años sobre mi persona y sobre mis bienes".

Además, recordó que "nuestro caso se hizo público gracias a la valiente decisión que tomó el Dr. Antonio Nemesio el 3 de mayo de 1992 al fundar El diario, que puso fin al monopolio de la información en la capital pampeana". Pidió además que el video sea "por el periodista Nelson Castro".

Una pelea legal de 22 años

El local La Recova es motivo de disputa legal desde hace 22 años. Todo empezó cuando los hermanos Corredera se pelearon por el manejo de una sociedad de hecho que tenían.

"Pepe" Corredera les inició juicio a Abel y a Antonio. Allí se descubrió que La Recova no estaba a nombre de "Pepe", a pesar de que cobraba los alquileres.

En ese juicio se conoció que Antonio Corredera compró la parte de Ortiz (50%) en el año 1989, pero no podía hacerlo porque era administrador de la sucesión de Camarero, dueño original del local.

Cabe recordar que la jueza María del Carmen García emitió el fallo por el que anuló la escritura de compraventa en la que Antonio Corredera accedió al 50% del inmueble La Recova porque revestía esa condición de administrador de la sucesión Camarero, anteriores propietarios de La Recova. Corredera estaba inhibido de acceder a esa propiedad.

El Registro de la Propiedad Inmueble puso ese 50% a nombre de ángel Ortiz, quien murió hace unos años, y ahora sus herederos reclaman esa propiedad.

La Cámara de Apelaciones ya se pronunció por la causa de La Recova que lleva 20 años en la Justicia pampeana. Habló de un escándalo judicial, el dispendio en los tribunales, el daño patrimonial y la falta de acuerdo entre las partes para lograr un entendimiento.

En junio de este año, la disputa judicial por la posesión del local de La Recova sumó un último capítulo: la propia jueza Ivana Valeria Álvarez Burgos, que cerró un expediente y lo elevó a sentencia, no cumple con su propia decisión de dictar un fallo.

Liliana Ortiz realizó un reclamo público al propio Superior Tribunal de Justicia al pedir que se cierre el expediente que lleva 24 años.

"Primero sufrimos la falta de Justicia. Cambiaron a las juezas del caso. Pusieron juezas ad hoc, se dilató. Hubo cinco juezas diferentes en el caso del desalojo. Empezó en el año 2014: ocho años hace que se tenía que resolver con un pronto despacho", cuenta.

Pero ahora creía que estaba cerca de una decisión. La jueza Álvarez Burgos el 15 de febrero cerró el juicio de desalojo y dijo que las dos partes consentían lo actuado. Y que solo debía pronunciarse con una sentencia". Ya pasaron más de 5 meses y aún no se resolvió el desalojo.

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