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"Solo un terraplanista puede negar el impacto del consumo de alcohol en la conducción de un auto"

Meses atrás el Congreso de la Nación sancionó la Ley de Alcohol 0, consagrando la incompatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción de un vehículo automotor.  "El individualismo extremo a expensas del colectivo social nos lleva a la noche de la horda", dijo un abogado de Estrellas Amarillas.

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EL DIARIO digital

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"Alcohol 0 es un cambio cultural que irrita a los terraplanistas", afirmó el abogado Miguel Angel Rivas, integrante del equipo legal de la Fundación Estrellas Amarillas, en el proyecto de modificación del Código Penal

Meses atrás el Congreso de la Nación sancionó la Ley de Alcohol 0, consagrando la incompatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción de un vehículo automotor.

"Si bien existe un consenso generalizado acerca de dicha incompatibilidad, todavía se escuchan voces que alientan dudas", mencionó Rivas. "Solo un terraplanista puede negar el impacto del consumo de alcohol en la conducción de un automotor. Y el terraplanismo nos lleva al pensamiento mágico. El individualismo extremo a expensas del colectivo social nos lleva a la noche de la horda, anterior a las primeras manos estampadas en la pared de una cueva ancestral", advirtió.

De esa forma, salió al cruce de Néstor Losa, docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y especialista en derecho público municipal, que participó el viernes del Encuentro de Jueces de Faltas que se realizó en Santa Rosa, y que afirmó que la ley cero es "recaudatoria" y "para la tribuna".

"En respaldo de la incompatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción de un automotor, podríamos citar y transcribir aquí numerosos estudios científicos de acceso público desarrollados a partir de la evidencia empírica. Sin embargo, acudiendo a un reduccionismo pragmático, preferimos plantear un simple interrogante: ¿Cómo puede sostenerse la compatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción de un vehículo automotor?", apuntó el letrado de Estrellas Amarillas.

"Tal vez, en auxilio del consumo de alcohol al conducir surjan otras voces (o las mismas), que invoquen las tolerancias que hasta hace unos meses regían en las rutas nacionales y que todavía hoy rigen en unas pocas provincias. Sobre éste particular basta compulsar el pronunciamiento de la Facultad de Medicina de la UBA a favor de la Ley de Alcohol 0 y las pruebas desarrolladas por el CESVI, que dan cuenta del impacto del consumo de alcohol por debajo de los 0.5 grs por litro de sangre, sobre los tiempos de reacción y la capacidad de realizar maniobras de un conductor. Nos preguntamos entonces, ¿Cómo puede afirmarse que el consumo de un "poco de alcohol" es inocuo, cuando la evidencia empírica demuestra lo contrario?, ¿Cómo puede sostenerse que no impacta en la conducción de un automotor?", insistió.

"También se ha dicho que alcohol 0 al conducir no disminuye la siniestralidad vial (sic), cuando la data oficial y la abrumadora cantidad de expedientes penales que abrevan en el dolor de familias destrozadas en todo el país, dan cuenta del impacto del alcohol en los siniestros viales con víctimas fatales. Desde luego, la Ley de Alcohol 0 por sí sola no alcanza y nadie dice lo contrario, la seguridad vial tiene muchas aristas, y la incompatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción de un automotor es una de ellas. ¿Cómo puede sostenerse que la Ley de Alcohol 0 no contribuye a un tránsito más seguro?", preguntó.

El abogado reconoció que en los países de la Europa Occidental no rige el Alcohol 0 y van a la vanguardia de la lucha contra la siniestralidad vial. "Tan cierto como el cambio cultural que esos países vienen mostrando al mundo en ésta y muchas otras áreas -comaró-. Ni siquiera se plantean un consumo mínimo de alcohol antes de conducir, no necesitan de una ley que lo establezca, la convicción de la incompatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción de un automotor es cultural. De eso se trata, de un cambio cultural. Un cambio cultural que nosotros todavía no alcanzamos, y que la ley recientemente sancionada impulsa con un mensaje claro y contundente: alcohol 0 al conducir. Un cambio de conductas que debe complementarse con educación, controles y sanción".

"¿Cómo puede negarse el cambio cultural que impulsa la Ley de Alcohol 0? En tren de argumentar contra la Ley, conmociona escuchar alguna voz que afirma que se trata de una prohibición más que cercena las libertades individuales. En estos tiempos de información vertiginosa, en los que se delegó la pesada tarea de pensar en los creadores de contenidos, quizá sea éste el argumento más corrosivo, en tanto pone en crisis nuestro contrato básico de convivencia, al privilegiar la libertad del conductor que decidió alcoholizarse frente a la víctima que no eligió ser víctima y tal vez morir. ¿Cómo se puede exacerbar la libertad individual hasta el punto de romper nuestro contrato básico de convivencia, al extremo de poner en peligro la vida de los demás?", interpeló.

Recapitulando, lanzó una serie de interrogantes: "¿Cómo puede sostenerse la compatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción de un vehículo automotor?, ¿Cómo puede afirmarse que el consumo de un "poco de alcohol" es inocuo, cuando la evidencia empírica demuestra lo contrario?, ¿Cómo puede sostenerse que no impacta en la conducción de un automotor?, ¿Cómo puede negarse el cambio cultural que impulsa la Ley de Alcohol 0?, ¿Cómo se puede exacerbar la libertad individual hasta el punto de romper nuestro contrato básico de convivencia, al extremo de poner en peligro la vida de los demás?".

"La respuesta a estos interrogantes se nos escapa, a menos que incursionemos en la senda del terraplanismo y el individualismo extremo a expensas del colectivo social", replicó.

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