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EL DIARIO digital
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A poco de cumplirse un año de la lectura de los fundamentos de la sentencia del tercer juicio de la Subzona 14 III, este martes por la tarde se realizó un acto público para conmemorar que la Universidad Nacional de La Pampa, luego de haber sido víctima de la represión, y haberse constituido como querellante, fue el lugar donde se juzgó a los genocidas.
Se descubrió una placa con la presencia de dos querellantes, Raquel Barabaschi y Pinky Pumilla. También estuvo presente la fiscala del último juicio, Iara Silvestre.Y las autoridades de la UNLPam.
La abogada Ivana Barneix, desde el Programa Académico Institucional de Derechos Humanos de la Unlpam, evocó que en el marco de la última dictadura cívico militar (1976-1983), e incluso desde el año 1975, operó un plan sistemático de persecución ideológica, secuestros, desapariciones forzadas de personas, que incluyó la eliminación de todas las garantías constitucionales que protegen las libertades individuales y colectivas.
"La Pampa no fue una isla", dijo. Por eso, entre los años 2010-2022 se realizaron 3 juicios orales contra jefes e integrantes del grupo de tareas del Comando Subzona 1.4, responsables de la represión en la Provincia. Las causas conocidas como "Subzona 14".
El Aula Magna de la Universidad Nacional de La Pampa fue constituida como sala de audiencias del Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Santa Rosa para el desarrollo del juicio de Subzona 14 III.
Por pedido de las víctimas querellantes se solicitó se ordene el cumplimiento de una serie de medidas de reparación y garantías de no repetición. Una de ellas fue la colocación de una placa en el Aula Magna.
Desde el Programa Académico Institucional de Derechos Humanos de la Unlpam, previa consulta con víctimas querellantes, se propuso que la placa contenga la siguiente leyenda:
"AQUÍ SE JUZGÓ A GENOCIDAS.
Entre 2021 y 2022, en esta Aula Magna se desarrolló el III juicio de la Subzona 1.4, en el que se condenó a responsables de violaciones de Derechos Humanos cometidas en La Pampa entre 1975-1983.
MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA".
Así lo aprobó el Consejo Superior de la UNLPam por Resolución 239/23.
Durante el acto, la vicerrectora a cargo del Rectorado, María Emma Martín, consideró que fue un "día muy especial", donde se reconoció "el papel fundamental" de la Universidad en la construcción de la memoria pampeana. "La historia de la UNLPam y la vida democrática de nuestro país están enlazadas. El pasado 12 de abril cumplimos los 50 años de la nacionalización, y fue entre los años 71 y 73 donde se gestó un movimiento social que tenía como objeto lograr la nacionalización de la Universidad, creada a comienzos de la década de los 60".
Desde 1976 y hasta 1983, recordó, la Universidad fue parte de los "reclamos por las libertades constitucionales. Nuestras y nuestros docentes y estudiantes vivieron la dictadura, la lucha fue continúa en pos de esas libertades, pero también la lucha estaba instalada por el fortalecimiento de una educación pública, no arancelada, laica, gratuita y de calidad".
"La restauración de la democracia se logró en 1983, iniciándose un período de vigencia del sistema democrático de manera ininterrumpida, que al 2023 cumplimos cuatro décadas. Este aniversario constituye un momento oportuno para reafirmar el compromiso con la plena vigencia del Estado constitucional, de derecho y el respeto por los derechos humanos", completó.
Por su parte, para cerrar el acto, Barabaschi señaló que "esto no empezó en el año 2010, sino que fue un proceso larguísimo". Evocó los viajes en 2003 a Comodoro Py, cuando todavía estaban vigentes las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Afirmó que había "una imperiosa necesidad de correr ese velo oscurantista, donde se decía que La Pampa había sido una isla, que acá no había pasado nada". En ese sentido, señaló que hubo "un negacionismo muy importante", en parte por el miedo que se había instalado en la sociedad y por "la construcción de interesados en que no se supiera por sus propias complicidades. La Pampa no fue una excepción".
"Nosotros éramos estudiantes y todo este trabajo se hizo pensando en el Nunca Más, para que nunca más le pase a ningún estudiante, trabajador, militante político o profesor", afirmó. La militante mencionó que cuando comenzaron a trabajar en los juicios descubrieron que "tanto la UNLPam como la Tecnológica de Pico tuvieron prácticamente el número más elevado de víctimas. Muchísimos de los chicos que participaron de aquel movimiento tan importante por la nacionalización después fueron víctimas".
"La Pampa no fue una isla, fuimos 250 las víctimas directas en el territorio y tenemos alrededor de 70 compañeros detenidos-desaparecidos, que es una herida que vamos a tener siempre porque nos falta saber qué pasó con ellos", señaló Barabaschi.