Ganadores, perdedores y no tanto en la provincia

Sergio Ziliotto: el gobernador, obviamente, sale respaldado por el voto de la ciudadanía, que reafirmó en las urnas lo que en general venían mostrando las encuestas sobre su imagen positiva. Aunque la victoria no fue apabullante y en la interna de su partido hay algunos ruidos y vendrá una puja por el liderazgo, no está en discusión su capacidad de gestión y se espera que para confirmar el rumbo meta mano en su gabinete.

Carlos Verna: el viejo cacique del peronismo alterna en las interpretaciones de los resultados verdes y maduras. Las legislativas de 2021 habían mostrado que su ausencia puede disparar resultados inconvenientes para el peronismo. Su aparición en General Pico generó una alta autoestima del oficialismo en el territorio y logró que el gobernador apreciara la foto con el viejo líder a tal punto que fue hasta sus oficinas norteñas para sacarse la foto final de la campaña. No obstantes, mordieron el polvo algunos de sus dirigentes y territorios que le han sido leales.

Martín Berhongaray: la derrota se veía venir, por más que algunos sectores se ilusionaran con los resultados de la legislativa de 2021. Por eso el candidato estuvo muy a la altura de las circunstancias, no solo porque hizo la mejor opositora desde el regreso de la democracia, sino porque además se probó un traje de postulante que tenía pensado usar en la próxima elección general. Como perdió, de todos modos, es probable que en el partido sigan algunas rencillas porque la UCR sigue sin jefatura clara.

La rama sindical: el sector del peronismo pampeano que hace pie en los gremios y sindicatos sale potenciado en su representación concreta y en el peso simbólico de sus victorias. Jorge Lezcano y Roberto Robledo colocaron en ambos casos representación de la Cámara provincial, en tanto que el secretario general de UPCN fue uno de los factores claves en la construcción victoriosa que se hizo en Santa Rosa, con la presencia de Romina Montes de Oca como viceintendenta.

Hernán Pérez Araujo: lideró la lista de diputados provinciales del oficialismo y eligió un alto perfil en la campaña, con presencia de numerosos actos y apadrinado directamente por Verna, que hasta le hizo lugar en el escenario de "la patria piquense". Baja desde el Congreso Nacional para dar pelea en el territorio y es necesariamente otro anotado en la carrera que se inicia con fecha de llegada en 2027.

Poli Altolaguirre: el líder de la lista legislativa opositora no solo llega fortalecido por su primera aventura electoral, ya que antes no ocupó cargos públicos, sino que además fue uno de los armadores centrales de la campaña. Ya se podía dar por ganado con el triunfo en la interna, pero la decorosa elección provincial le da un lugar de mayor incidencia aún en el armado interno de su partido.

María Luz "Luchy" Alonso: la actual mano derecha de Cristina Fernández de Kirchner como secretaria Administrativa del Senado también eligió volver al pago chico, convencida de que construirá política en la provincia y con el no disimulado sueño de ser gobernadora de La Pampa, según ella misma dijo en la campaña. Se le abre un desafío diferente al actual, en el que podrá exponer sus propias condiciones y características, situación a la que además ahora estará obligada.

Espartaco Marín: integró la lista legislativa y como viene siendo habitual en Convergencia Peronista, no solo no sacó los pies del plato en ningún momento sino que aportó alta presencia y visibilidad en todos los ámbitos y momentos. Así y todo, la estructura del PJ le dejó un rol más bien opaco. Buscará que se reafirme el compromiso que se le hizo para recuperar la presidencia del bloque. El sector tiene representación en el Congreso Nacional, en el Concejo de Santa Rosa y en otros municipios.

Martín Maquieyra: aunque no fue parte directa de esta elección, el proceso en general lo deja como uno de los derrotados, ya que no solo mordió el polvo de la derrota en la interna de febrero y no pudo ayudar al triunfo de su delfina Adriana García en Pico, sino que además dejó la sensación de no haber jugado a ganador cuando le sacó el cuerpo a su candidatura en el norte, donde realmente pesaba electoralmente, para atender la sugerencia de la dirigencia porteña de su partido, que le promete estar cerca de la Casa Rosada si gobierna.