Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
"La estamos esperando hace un mes y medio. Por distintos motivos, la jueza Álvarez Burgos se atrasó", sostuvo en diálogo con El Diario Liliana Ortíz -una de las demandantes- con relación a la inminente sentencia por el desalojo de La Recova.
Desde el pasado 9 de febrero se esperaba que en el transcurso de 10 días hábiles la magistrada tomara una decisión, pero eso hasta ahora no ocurrió.
Álvarez Bustos asumió en el Juzgado Civil N°4 a fines del año pasado. Es quién tiene que resolver sobre el pedido de desalojo de Antonio Corredera, en una causa que se inició hace 8 años.
"Después de tanto esperar, fui al STJ y hablé con el doctor Cristian Bianati (a cargo de la Oficina de Gestión Común), que abarca al Juzgado 4 en donde nos tienen que dar la sentencia de desalojo de La Recova. Gracias a él, hoy la jueza Álvarez Burgos reconoce que omitió informarnos del mail que estábamos esperando y se puso para sentencia", detalló Ortiz.
En el año 2014, la familia Ortiz (que integran los hermanos Liliana, Carlos y Daniel) pidieron el desalojo, a través de un juicio sumarísimo. Esa demanda tuvo a las juezas Fabiana Berardi, la sustituta Luciana Almiral y otra sustituta, Ana Lis Palacios.
Hubo fuertes pronunciamientos de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, a través de la sala que integran las juezas Marina Álvarez y Laura Torres, sobre la dilación de este proceso, enmarcado en la causa La Recova.
Incluso apercibió a Corredera y a la abogada Rosa Arosteguichar por no actuar en forma "leal" en la causa al reiterar presentaciones sobre "cosas juzgadas".
El inmueble de La Recova, ubicado en la esquina de Irigoyen y Avellaneda, fue comprado en un 50% por Antonio Corredera al zapatero Ángel Ortiz, en el año 1989. Pero esa escritura de compraventa se anuló porque Corredera era administrador de la sucesión Camarero, que eran los dueños originales del inmueble, y estaba inhibido de hacer esa operación.
Esto se descubrió en una disputa que se inició en el año 2001 entre los hermanos Corredera -Abel, José y Antonio- por el reparto de los ingresos de una sociedad de hecho que mantenían. En ese juicio, "Pepe" se enteró de que nunca el inmueble de La Recova estuvo a su nombre. Cuando se anuló aquella escritura, Ángel Ortiz inscribió el 50% de La Recova. La anulación de la escritura tiene sentencia de la Corte Suprema que rechazó revisar el caso.