Recuperación bienvenida

Con saludable alegría la comunidad pampeana, santarroseña en particular, recibió la noticia de que finalmente el edificio de la exEscuela Hogar, del que se apropió el Ejército, se recuperará para actividades educativas y culturales que decida la propia ciudadanía de nuestra provincia.

La exEscuela Hogar es parte del Patrimonio Cultural de la capital pampeana, y tiene un enorme valor simbólico: funcionó allí, hasta 1980, una forma de escolarización. El Ejército intervino en plena dictadura el establecimiento educativo y desde entonces se lo quedó como si fuera propio.

La larga lucha para que ese edificio regrese a su verdaderos dueños y dueñas requiere ahora de determinada formalización de las decisiones, un dato no menor, puesto que desde hace largos años, y de manera casi cíclica, se viene dando la "buena noticia" de esa recuperación pero siempre aparece algún obstáculo que impide la concreción.

En esta ocasión parece haber indicios firmes de que no habrá marcha atrás: el rector de la Universidad Nacional de La Pampa, aunque ahora en ejercicio de la Secretaría de Políticas Universitarias a nivel nacional, reafirmó esa decisión y hasta avanzó en algunos de los proyectos que tiene la casa de altos estudios.

Aunque formalmente el traspaso se daría por medio del Ministerio de Educación para que oficialmente la "receptora" sea la UNLPam, la expectativa reinante es que la nueva sede pueda abrir sus puertas a la comunidad en general, y tenga especialmente en cuenta a los colectivos que se agruparon durante estos años para hacer escuchar ideas y demandas.

Desde ya que, tan luego en la Semana de la Memoria, es un bienvenido paso adelante que ese trámite pueda facilitarse, después de insistentes intentos frustrados y de situaciones en que hasta se daba por imposible esa posibilidad.

En algún momento un ministro de Seguridad provincial, que también tuvo un breve ejercicio de la Intendencia, propició su idea de instalar en ese lugar un instituto de formación de Gendarmería Nacional, como para seguir poblando el sitio de armas y uniformes.

Es un alivio que esa iniciativa haya resultado otro fracaso, y que en cambio haya avanzado en estos últimos años la idea de que sea un edificio para darle vida, en el que se discutan políticas e ideas, en el que se aglutinen jóvenes y haya espacios para la educación y la cultura.

A la vez que una alegría, ese nuevo escenario representa responsabilidades y desafíos, que requerirá de las nuevas autoridades intervinientes que estén a la altura de las circunstancias, sobre todo siendo capaces de tender puentes con instituciones, organizaciones y agrupaciones que representen al pueblo y a la sociedad civil.

Para la comunidad de Santa Rosa, puede tratarse de un verdadero paso adelante, que permita también una mejor comunicación de un sector geográfico que por aquello de estar "al otro lado de la vída" (el lado norte, visto desde "el centro") ha sufrido históricas estigmatizaciones, discriminaciones y olvidos.