Los cortes de calles de esta semana en Santa Rosa
El Colegio Médico consideró que la institución estuvo ajena a los delitos de lesa humanidad, aunque reconoció que existió un "conflicto" a partir de la puesta en marcha del Plan Provincial de Salud. Aclaró que no tiene incumbencia para quitarle la matrícula a Pérez Oneto.
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EL DIARIO digital
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El Colegio Médico de La Pampa negó la "relación" de la institución en la persecución, encarcelamiento y exilios obligados que padeció un grupo de médicos que trabajaba en el Servicio Provincial de Salud en la época de la represión ilegal en la provincia. Además, deslindó la responsabilidad de quitarle la matrícula profesional al médico condenado por asistir y controlar las torturas en aquellos años, Máximo Pérez Oneto, en el Consejo Superior Médico, que regula la actividad.
Durante el juicio, los médicos que fueron víctimas responsabilizaron a las autoridades del colegio de aquella época. Incluso algunos testigos indicaron que desde allí se armó la lista de perseguidos.
Hace tres semanas, las víctimas y querellantes del juicio de la Subzona 14 y el Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos presentaron un reclamo para que retiren la matrícula de Pérez Oneto -el médico y único civil condenado hasta ahora en los juicios de Subzona 14-, pero también pidieron un reconocimiento del rol que tuvo el colegio en ese momento histórico y desagravio para los profesionales del Servicio Provincial de Salud perseguidos, encarcelados y obligados al exilio durante la represión ilegal.
En el escrito afirmaron que el Colegio Médico Provincial "está en deuda con la Historia y la Memoria, ya que los médicos pertenecientes al Servicio Provincial de Salud que fueron víctimas de los hechos que se juzgan, declararon que la Institución los denunciaba a través de Solicitadas que se publicaban en medios locales, y que son de público conocimiento, como así también se los persiguió al no permitirles ser miembros a aquellos que fueran Full Time en el hospital".
Los médicos Roque Maffrand, Alfredo Ottálora de la Serna, Miguel A. D''''Astolfo, Tomás Koltai, Jorge Irazusta, Jorge Maffrand y Antonio Yep fueron perseguidos por la Subzona 14. "La mayoría debió exiliarse, en tanto los que permanecieron acá, sufrieron todo tipo de persecución", puntualizaron. Para volver a integrar el Colegio Médico, a los perseguidos que siguieron en Santa Rosa les exigieron una retractación pública de la defensa del servicio que habían realizado a través de solicitadas en los diarios.
La respuesta del Colegio
El Colegio Médico de La Pampa respondió hace dos días -a través de una carta a la que tuvo accedo El Diario- que no es su intención "generar polémica o hacerse eco de trascendidos" y ratificó que la institución no entregó ningún reconocimiento o medalla al médico Pérez Oneto por arribar a 50 años en el ejercicio de la profesión.
Por otra parte, aclaró que el colegio "no tiene incumbencia alguna en la matrícula médica" sino que es el Consejo Superior Médico de La Pampa la institución a cargo de eso. Pidieron que canalicen cualquier solicitud a esa organización.
El presidente del Colegio, Martín Morante, y el secretario de Asuntos Profesionales, Jorge Luis Claro, respondieron la nota que había presentado el pasado 9 de diciembre las víctimas de la subzona 14 y querellantes en los juicios a los represores.
En cuanto al Servicio del Plan Provincial de Salud, que se implementó en la provincia en 1975 y fue descabezado por la represión ilegal (detuvieron y echaron a los médicos), desde el Colegio Médico mencionaron que "su implementación obligaba a quienes cumplían funciones part time en los hospitales a optar por trabajar en el estado o en la faz privada".
"Esto generó un conflicto al afectarse los derechos de quienes desarrollaban sus tareas profesionales en ambos ámbitos. Pero, de acuerdo a las constancias obrantes en este Colegio Médico, no tiene relación con los delitos de lesa humanidad investigados y condenados en el juicio al que hace referencia en su nota ni que diera lugar a que profesionales hayan tenido que exiliarse de nuestro país", interpretaron.
"Por último, hacemos nuestras sus palabras: no soslayamos los sucesos dolorosos que como sociedad nos ha tocado vivir en los años de la dictadura militar y además bregamos para que todas las víctimas puedan superar el sufrimiento padecido y que hechos como esos no se repitan en el futuro", concluyeron.
