La Pampa

Entre Pocillos: Lo primero es la familia

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El popularísimo vecino santarroseño, Beto Desuque, dialogando con su mozo predilecto en el restobar de la calle Pellegrini, por donde pasa casi todos los domingos a conversar asuntos triviales y profundos.

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EL DIARIO digital

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Beto Desuque: - Buenas, buenas, buenas, bueeeenaasss… ¿qué tal, qué tal, qué tal? ¿Qué se dice por acá, cómo viene la mano?

Mesero: - Hoooola, Betito. Acá vamos. Pasando el invierno.

Beto Desuque: - Por suerte con muchas vacunas dando vueltas, ¿no?

Mesero: - Sí, pero con muchas muertes también…

Beto Desuque: - Uy, sí, ni me digas. Cada semana un garrón nuevo.

Mesero: - Tremendo… pensar que hubo un tiempo en que había quienes decían que el virus no era real, que no pasaba nada, que era una "gripecita".

Beto Desuque: - Sí, ponele. Ahí tenemos la realidad tocando en la puerta. Esta semana se fueron El Flaco Wilberger y el director de teatro Fernando Baretto… por ponerte un ejemplo nomás, de personas de acá a la vuelta, reconocidas, jóvenes.

Mesero: - Muy mal, muy feo.

Beto Desuque: - Y encima tenés que bancarte que los mismos medios que decían que no había que parar nada, que la "infectadura" y demás, ahora casi que festejan que pasamos las 100.000 muertes. Qué locura, por favor.

Mesero: - Mal, Beto.

Beto Desuque: - Lamentablemente casi que se naturaliza, sobre todo en medio de la campaña política.

Mesero: - Y menos mal que estamos en La Pampa, ¿no? Es un poco más amigable todo.

Beto Desuque: - Ponele, pero sin exagerar. Mirá que el tóxico porteño lo contamina todo, ¿eh? Ya hablamos el otro día de que la Pato Bullrich mandó al PRO un interventor directamente para ahorrarse burocracia, por ejemplo.

Mesero: - Sí, pero en algún punto espero que se termine privilegiando eso de que "somos pocos y nos conocemos muchos".

Beto Desuque: - Eso ya lo creo. Con sus pro y sus contra. Je.

Mesero: - ¿Y por qué me ponés esa carita de pillo?

Beto Desuque: - Ponele que tuvimos una semanita en que lo de que "nos conocemos mucho" quedó bien en el centro de la escena, ¿no? Saltaron a la cancha las familias políticas…

Mesero: - A ver, Betito… explayate…

Beto Desuque: - Nada raro, ni misterioso, ni novedoso, ni que no veas… pero viste que empezaron a sonar apellidos muy conocidos.

Mesero: - Ah, ah, ah…

Beto Desuque: - Digo, ya se sabía que iban a meter el apellido Marín en la boleta, pero ahí lo tenés confirmado: Lichy es candidata a diputada nacional. Y va primera en la lista.

Mesero: - ¿Lo bajaron un escalón a Rauschenberger, no?

Beto Desuque: - Ahí tenés un apellido más difícil de pronunciar. Je. Pero bueno… el apellido que buscaban está en la boleta.

Mesero: - Se supone que igual tiene sus méritos, ¿no?

Beto Desuque: - Ponele que la mecánica legislativa la debe conocer porque es secretaria en la Legislatura local. Cuando primero dijo que muy convencida no estaba, hasta llegaron a agitar el nombre de Alba, su hermana.

Mesero: - Claro, porque para Taco no había lugar porque tenía que ser mujer, ¿no?

Beto Desuque: - Ponele que algo así.

Mesero: - ¿Y vos decías que hay más apellidos resonantes para esta campaña?

Beto Desuque: - Bueno… la política vernácula también tiene sus dinastías, no vamos a descubrir nada. Así que un Altolaguirre no podía faltar, jejeje…

Mesero: - Ah, claro, el Poli.

Beto Desuque: - Sí, ya lo vienen poniendo en las gateras hace rato, pero esta semana se lanzó por su cuenta con nombre y con todos los papeles. Apunta para la Senaduría.

Mesero: - Por ahí tiene más suerte que el hermano en las últimas elecciones…

Beto Desuque: - Bueno, a Leandro ponele que le fue mal en 2019, pero hay que bancarse haber sido intendente de Santa Rosa, ¿eh? No cualquiera. Salió apaleado de ahí.

Mesero: - Y sí. él y sobre todo nosotros los habitantes de la ciudad.

Beto Desuque: - Je. Sí. Pero bueno, siguen la tradición los Altolaguirre. Como los Marín, la política atraviesa generaciones.

Mesero: - Si vos decís…

Beto Desuque: - Y sí, es un trasvasamiento generacional… con los mismos genes y todo. Los Altolaguirre son hijos del Vasco, que fue diputado, y de Elsa Pérez, que también fue diputada.

Mesero: - Familia tradicional del radicalismo.

Beto Desuque: - Ponele. Pero eso también va cambiando. En los viejos tiempos hubieran dicho que, como los Berhongaray, los Altolaguirre son de "alta alcurnia". Pero ojo. Ahí lo tenemos a Copete di Nápoli, de familia radical, metido en el peronismo. Y lo mismo Paly Bensusán.

Mesero: - Ah… mirá, claro, ahí tenés más familias.

Beto Desuque: - A Paly capaz que lo beneficia más su actual familia política, no en el sentido partidario… quiero decir, es yerno del Toty Garay, que corta el bacalao en el peronismo…

Mesero: - Ah, sí, sí…

Beto Desuque: - Luchy Alonso es de familia peroncha de siempre, en Victorica. También metida en política.

Mesero: - Pero entre los radichetas no se si esta vez hay mucho consenso para el tema de las sucesiones familiares, ¿no?

Beto Desuque: - Veremos. Hay linda puja. Están las Mujeres Radicales dándole batalla al patriarcado, ponele. O sea, a eso de tradición, familia y propiedad. Je. Hay que ver cómo les va.

Mesero: - Por lo pronto tiraron a la cancha el nombre de Eli Deanna.

Beto Desuque: - Sí, sí. Que ya tiene su recorrido y trayectoria. Igual que Poli, ponele: las caras de "la renovación" vienen en realidad desde hace rato. Y eso no es ni bueno ni malo, sino una realidad palpable.

Mesero: - Y hablando de apellidos radicales, ¿me equivoco o Torroba también quiere meterse en la pelea?

Beto Desuque: - Más vale, desde ya. No puso hijos ni nada, pero tiró a Hugo Pérez y a Luis Evangelista… viene una semana picantita para los boina blanca.

Mesero: - Aunque sin fanatismos, ¿no?

Beto Desuque: - Desde ya. Como corresponde a les correligionaries. Todo queda en familia, pero moderadamente. O como dirían los compañeros: todo en su medida y armoniosamente.

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