La amenaza de bomba en Casa de Gobierno es el tercer hecho, en menos de diez días, que sacude la tranquilidad del gobierno pampeano. Una mirada internacional y nacional sobre los sectores que se movilizan "contra el sistema".
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EL DIARIO digital
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Sectores antivacuna, la violencia de ultraderecha, la agrupación "Médicos por la verdad" y dirigentes filonazis coinciden en una alianza que tiene puntos insólitos pero que se expresa en ataques "contra el sistema". Ese fenómeno, que es internacional y desembarcó con potencia en algunos lugares de la Argentina, pasó a ser motivo de análisis en La Pampa a partir de los últimos hechos, que preocupan al gobierno provincial.
En menos de diez días, se sucedieron episodios que alteraron la tranquilidad del gobierno pampeano: agitando las consignas de esos "Médicos por la verdad", un cazador irrumpió en una conferencia de prensa que daba el gobernador Sergio Ziliotto. A la semana siguiente, la minoritaria manifestación anticuarentena derivó en la residencia del gobernador, donde un grupo aun más reducido golpeó puertas y colocó carteles. El lunes apareció la amenaza de bomba en Casa de Gobierno.
En el mundo, los antivacunas se ligan con los sectores más conservadores y extremos. En Argentina convergen con el partido filonazi de Alejandro Biondini y sostienen teorías conspiranoicas, que desvían el eje del debate.
Mientras en la Argentina las cifras de la pandemia trepan a sus récords más dolorosos, y la adquisición y distribución de vacunas ocupa la agenda política, los grupos negacionistas siguen mostrando su poder de fuego, reflexiona un artículo que Karina Micheletto publica en estas horas en Página12, tratando de acercar distintas dimensiones del fenómeno.
La autodenominada ONG "Médicos argentinos por la verdad" tuvo una nueva aparición estelar organizando una marcha en contra de las restricciones en Rosario, que aunque no fue masiva ocupó los medios, terminó con detenciones, procesamientos, y la denuncia a uno de los asistentes por amenzas a una reportera gráfica. Esa misma ONG fue referida por Hugo Alfonso, el sujeto que se metió en la conferencia de prensa de Ziliotto.
No son la única organización de este tipo en la Argentina ni en el mundo (y de hecho esta en particular responde a otra con el mismo nombre creada en España). Pero todas están cosidas por un mismo hilo ideológico: No son sólo fervientes propaladoras de mitos antivacunas y anticuarentena, también son antiaborto, antisemitas, "anticomunistas", y están ligadas a las derechas extremas y grupos neonazis de todo el mundo.
Ese núcleo duro es quirúrgicamente obviado según las circunstancias, o envuelto en un discurso "antisistema", que suma adeptos de las más variadas filosofías "alternativas" y "antihegemónicas". Los verdaderos debates alrededor del sistema (si esta pandemia no debería llamar a repensar los modos de distribución de la riqueza, por ejemplo), quedan mientras tanto tapados entre tanta teoría conspiranoica.
"Someter a la población"
El artículo de Micheletto cuenta que "Médicos por la verdad" surgió en la Argentina poco tiempo después que el primer grupo en Madrid, en julio del año pasado. Están en contra de la vacuna y de la cuarentena, pero también del uso de barbijo, porque "asfixia y trae gérmenes" y es "un modo más de acallar nuestra voz". Sostienen que la pandemia es una conspiración global que obedece a distintos intereses, entre los que se mezclan Bill Gates, el 5 G, las "dictaduras mundiales" que buscan "someter a la población". Llaman a levantarse "contra la tiranía médica", a "despertar", a librar “una guerra por la verdad". Celebran que ya son “70 mil soldados digitales”.
Junto a este discurso de tono bélico suman otro que apela a las fuerzas de la naturaleza: “tu búsqueda empieza y puede terminar en un segundo, la pacha, la tierra y el cielo están esperándote”, anuncia Mariano Arriaga, el médico oftalmólogo que se presenta como principal referente de la organización en el país.
A nivel local, suelen comparar las restricciones con la última dictadura cívico militar, concluyendo que "esto es mucho peor".
Promueven el uso del dióxido de cloro, cuestionan también los PCR, denuncian que con los hisopos se insertan por vía nasal microchips o fármacos. En las redes de Médicos por la Verdad pueden leerse posteos sobre "el efecto magnético actual": según esta teoría los Estados subirían "la radiofrecuencia" durante el día, y tirarían metales pesados desde aviones por las noches, para una mejor propagación de esa radiofrecuencia que no termina de definirse.
“Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios” es un grupo similar, con difusión en las redes. En España, la Organización Médica Colegial (OMC) acaba de pedir informes deontológicos específicos sobre los médicos negacionistas de la covid, entre los que se encuentra Médicos por la Verdad.
Caras visibles
La cara más visible de Médicos por la Verdad es el oftalmólogo Mariano Arriaga, que estuvo procesado en 2011 por haber truchado una operación de glaucoma a un paciente en el Hospital Naval de Ushuaia: pasó los honorarios a la obra social DIBA y le hizo un pinchazo, pero cuando el hombre comprobó que la dolencia seguía, consultó a otros profesionales y se comprobó que no sólo no existió la operación, además el diagnóstico era incorrecto. Finalmente obtuvo la probation, tuvo que cumplir un año de tareas comunitarias y pagar una multa.
También está Chinda Brandolino, una médica que tuvo momentos de fama en programas como los de Viviana Canosa y Nicole Neumann, y como “La mujer de la ola celeste” en las redes. Siempre con una gran cruz al cuello y acompañada por una virgen de Luján, se hizo visible también en la lucha contra la sanción de la ley del aborto, y fue una de las expositoras en el Senado. Hoy está juntando 1 millón de firmas para pedir que sea derogada.
Así fue en la última en Rosario, tras la cual tres de los organizadores fueron detenidos y quedó imputado Mariano Arriaga. Fue luego de que la concejala rosarina y vicepresidenta del Partido Justicialista de Santa Fe, Norma López, una de las denunciantes del movimiento anticuarentena, recibiera amenazas de muerte.
En ese punto, la militancia de Brandolino se une con la de Darío Marcelo Contreras, el hombre que vociferó en el Monumento a la Bandera que a su madre se le había quedado pegado un imán en el brazo tras recibir la vacuna. La escena fue ampliamente difundida por los medios nacionales. Lo que quedó menos visible es que fue el corolario de la agresión a la fotógrafa Virginia Benedetto, que estaba cubriendo la marcha para el diario La Capital.
Contreras es un militante neonazi que está al frente de Bandera Vecinal de Rosario, incorporada al Frente Patriota de Alejandro Biondini. El hombre ya tuvo otras denuncias por su participación en actos en Rosario.
El éxito de las "fake"
La bióloga Soledad Gori, coordinadora de Ciencia anti fake news, un grupo que trabaja en forma voluntaria y autogestiva con el Conicet, y junto a la agencia Télam para su plataforma Confiar, desde comienzos de la pandemia, dice: "Estos grupos están tan bien organizados en cuanto a la difusión, que las fakes que tiran, aunque sean descabelladas, tienen un alcance mucho más grande que miedos más lógicos o creíbles que podrían generar el aislamiento y las vacunas".
"Estos discursos prenden fácilmente en grupos que tienden a caer en las conspiraciones: nos ponen bots o microchips porque nos quieren rastrear, las antenas 5 G mandan el virus, Bill Gates financió la pandemia... Es gente que, frente a tanta incertidumbre, necesita tener una respuesta para poder seguir, por eso son refractarios a las evidencias, porque no dan certezas finales. En cambio caen como anillo al dedo las conspiraciones: ellos son los iluminados y el resto del mundo son dóciles corderos o están complotados, por eso los censuran, etc. Es un comportamiento que está bastante estudiado y que se da en todo el mundo. Las redes lo han multiplicado, porque además se utilizan con toda una organizado muy calculada detrás".
Gori cita un muy reciente estudio del Centro para la Lucha Contra el Odio Digital, en Estados Unidos, que concluye que en ese país el movimiento antivacunas tiene una fuente inicial de solo doce personas que difunden los mismos mensajes, y muestra cómo llegan a ser exponencialmente multiplicados por cientos de miles en la dinámica organizada de las redes. "La ''''Docena de desinformación'''' produce el 65% de las acciones de información errónea contra las vacunas en las plataformas de redes sociales", concluye Imran Ahmed, director de la ONG.