Vacaciones "smart"
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EL DIARIO digital
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La flamante obsesión de las autoridades santarroseñas por señalizar calles y cordones amenaza seriamente con escalar de una decisión de gestión a un monumento al disparate. No contentos con la ya peculiar costumbre de pintar, repintar y recontrapintar las sendas peatonales en los horarios menos convenientes, ahora decidieron que su ingenio no puede confinarse a las grandes arterias. En el barrio Fitte, por ejemplo, la paleta de colores se extiende con furia artística hasta los pasajes de unas pocas cuadras, convirtiendo cada rincón en una obra maestra de señalización vial. ¿Quién necesita coherencia cuando se tiene una lata de pintura y un exceso de entusiasmo?