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EL DIARIO digital
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El observatorio ALMA halló metanol y cianuro de hidrógeno en concentraciones inusualmente altas en uno de los pocos objetos provenientes de otro sistema estelar que atravesaron el sistema solar.
El paso del cometa interestelar 3I/ATLAS por el sistema solar volvió a sacudir a la comunidad científica. Observaciones realizadas con el radiotelescopio ALMA permitieron detectar metanol y cianuro de hidrógeno en su composición, dos moléculas consideradas fundamentales en los procesos químicos asociados al origen de compuestos orgánicos complejos.
Según los datos obtenidos, ambas sustancias aparecen en cantidades muy superiores a las que suelen registrarse en cometas del sistema solar. El metanol representa cerca del 8% del vapor liberado por el objeto, una proporción aproximadamente cuatro veces mayor a la habitual, mientras que el cianuro de hidrógeno se libera a un ritmo estimado de entre 0,25 y 0,5 kilos por segundo desde el núcleo.
La campaña de observación estuvo coordinada por el astrofísico Martin Cordiner, quien destacó la magnitud del hallazgo al señalar que "en el 3I/ATLAS, estas moléculas son increíblemente abundantes". Para los investigadores, estos valores aportan información clave sobre la formación y distribución de compuestos orgánicos en regiones alejadas de la influencia del Sol.
Las mediciones también indicaron que una parte del metanol no proviene directamente de la sublimación del hielo del núcleo, sino que se genera en la coma del cometa. Este dato sugiere que en ese entorno se producen reacciones químicas adicionales, lo que amplía el interés científico del objeto.
El metanol cumple un rol central en rutas químicas que conducen a moléculas orgánicas más complejas, mientras que el cianuro de hidrógeno, pese a su toxicidad en la Tierra, es una pieza relevante en modelos de química prebiótica vinculados a la formación de aminoácidos. Su presencia en concentraciones elevadas refuerza el valor del 3I/ATLAS como objeto de estudio para la astrobiología.
Se trata apenas del tercer objeto interestelar confirmado por la astronomía moderna, lo que convierte a su análisis en una oportunidad excepcional. Su composición ofrece una muestra directa de los materiales químicos que se forman en otros sistemas estelares y permite compararlos con los conocidos en el sistema solar.
Los equipos científicos continúan analizando las líneas espectrales obtenidas para identificar otras posibles moléculas orgánicas presentes y determinar si estos compuestos se originaron en el sistema de procedencia del cometa o si se modificaron durante su extenso viaje interestelar.
Mientras el 3I/ATLAS sigue alejándose, deja una conclusión contundente: transporta una combinación de ingredientes con potencial prebiótico en niveles nunca observados en objetos similares, aportando nuevas piezas al debate sobre cómo y dónde se distribuyen los componentes básicos de la vida en la galaxia.
