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EL DIARIO digital
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El Presidente habló ante un auditorio de economistas junto a Luis Caputo y Santiago Bausili. Sostuvo que su regla es "emisión cero" y afirmó que los argentinos forman expectativas mirando el dólar.
El presidente Javier Milei volvió a exponer este miércoles en un encuentro financiero donde detalló el enfoque económico de su Gobierno. Acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, el mandatario repasó las etapas que atravesó su gestión y abordó los temas que más pesan en el clima económico: dólar, tipo de cambio, inflación y política monetaria.
Milei planteó que él y su equipo llegaron al Gobierno para "resolver problemas" y no para especular políticamente. "A mí me contrataron para resolver problemas. Si no resuelvo los problemas estaría muy bien que no me renueven el contrato. Me pusieron para resolver problemas, no para hacer onanismo de análisis económicos", afirmó ante el auditorio.
También reconoció que en el país las expectativas se miden en clave cambiaria: "Los argentinos forman sus expectativas mirando el dólar. No hay problema, no me quejo de eso", dijo, aunque insistió en que el principal desafío es precisamente alinear esas expectativas. "El problema en Argentina son las expectativas, y con razón. Los argentinos no las forman a un nivel de expectativas racionales", sostuvo.
"Emisión cero" y crítica a consultores
El Presidente defendió la regla central de su programa: "emisión cero". Según explicó, el avance del plan libertario depende de mantener la disciplina monetaria y continuar la "normalización" del sistema financiero.
En ese sentido, destacó el rol del ministro Caputo por su experiencia en los mercados: "Por eso es tan valiosa la experiencia de Toto en el sistema financiero". Y lanzó un mensaje irónico hacia quienes analizan el rumbo económico desde afuera:
"Los consultores son como el oráculo de elfos: dan consejos, pero no toman decisiones".
La presentación tuvo como objetivo reforzar la defensa del modelo económico ante economistas, empresarios e inversores, en un escenario que el propio Milei definió como aún condicionado por las percepciones sociales y las distorsiones heredadas del sistema monetario.
