Polémica en Buenos Aires: una diputada propone un impuesto al metano del ganado y el campo rechazó la iniciativa

La diputada bonaerense de Unión por la Patria (UxP), Lucía Lorena Klug, presentó un proyecto de ley que generó fuerte rechazo en el sector agropecuario: busca crear la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (Tamba), un tributo que se aplicaría a las emisiones de gas metano producidas por el ganado vacuno durante su proceso digestivo.

Según la iniciativa, el objetivo del impuesto es "mitigar la emisión" de metano —gas considerado de efecto invernadero— y promover "la responsabilidad extendida del productor" en el sector ganadero. La propuesta plantea que la recaudación se destine a un fondo fiduciario destinado a compensar esas emisiones mediante mejoras en la gestión de residuos sólidos urbanos.

Klug argumentó además que la Tamba busca impulsar "el desarrollo sostenible", fomentar Buenas Prácticas Ganaderas y mejorar "las condiciones sociales, ecológicas y productivas" en la provincia de Buenos Aires. El proyecto establece que el monto del tributo se calcularía en pesos por kilogramo de CO? equivalente, según la cantidad y tipo de cabezas de ganado y otros parámetros productivos.

Fuerte rechazo del campo

La reacción del sector agropecuario fue inmediata. Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) expresaron un rechazo total a la iniciativa y cuestionaron su fundamento técnico y económico. "Manifestamos nuestro absoluto rechazo a un proyecto que lejos de aportar soluciones, vuelve a cargar sobre los productores un costo sin sentido ni sustento técnico", señalaron.

"La ganadería bonaerense ya sostiene una de las presiones impositivas más altas del país. Sumar una tasa al 'metano de las vacas' no reduce emisiones, reduce producción, competitividad y empleo", advirtieron desde la entidad.

La gremial, presidida por Ignacio Kovarsky, afirmó que no aceptará nuevas cargas tributarias sobre un sector que "produce alimentos, genera trabajo y sostiene las economías rurales". En un cierre irónico, Carbap remarcó: "El metano se mide; la improvisación legislativa también, y emite mucho más. ¿Por qué no pensar una tasa para los legisladores improvisados?".

La propuesta quedó instalada en la Legislatura bonaerense y abrió un nuevo capítulo de tensión entre el kirchnerismo provincial y las entidades del campo.