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EL DIARIO digital
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El "Sifón" transformó al equipo tras la partida de Russo, lo clasificó a la Copa Libertadores y se metió en los playoffs con respaldo total del plantel y la dirigencia. En el Consejo de Fútbol ya analizan su continuidad.
El clima en Boca Juniors cambió por completo. Después del triunfo en el Superclásico ante River, la calma volvió a la Bombonera y buena parte de ese presente tiene nombre propio: Claudio Úbeda. El "Sifón" asumió como interino tras el fallecimiento de Miguel Ángel Russo y logró enderezar el rumbo del equipo, sellar la clasificación a la próxima Copa Libertadores y llevar al Xeneize a la cima del Grupo A.
Exayudante de campo de Russo, Úbeda conocía en detalle el funcionamiento del plantel y se convirtió rápidamente en el referente del grupo. Desde su llegada al banco principal, el equipo mostró una versión sólida, con equilibrio entre juego y carácter, y recuperó la confianza que parecía perdida.
Los buenos resultados y la armonía interna impulsaron su figura dentro del club. Con el respaldo de los jugadores, el apoyo de la dirigencia y la confianza de los hinchas, Úbeda pasó de ser una solución de emergencia a perfilarse como el principal candidato para continuar en 2026.
Desde el Consejo de Fútbol, que encabeza Juan Román Riquelme, se mantienen prudentes, pero puertas adentro ya analizan ofrecerle una renovación para conducir al equipo en su regreso a la Libertadores.
Con solo el duelo ante Tigre pendiente para cerrar la fase regular, Boca lidera su grupo con 26 puntos, dos más que Unión, y buscará asegurarse el primer puesto para definir los playoffs en la Bombonera.
Si el Xeneize logra el título del Clausura, la continuidad del "Sifón" parecería un hecho. Su capacidad para manejar momentos difíciles, la buena relación con el plantel y la serenidad que transmite convencen a todos en el club de que Boca podría haber encontrado, casi sin buscarlo, al DT ideal para el próximo ciclo.