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EL DIARIO digital
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Detectada de forma masiva en Filadelfia, la medetomidina provoca desmayos casi instantáneos y un síndrome de abstinencia que puede ser potencialmente mortal. Hospitales y equipos de emergencia reportan un salto de ingresos y pacientes que requieren cuidados intensivos.
Medetomidina: un sedante veterinario que aparece mezclado con fentanilo en EE.UU. y genera cuadros severos de abstinencia. Filadelfia reporta miles de ingresos y UCI saturadas.
Una nueva sustancia se abrió paso en el mercado ilegal de opioides y cambió el patrón de la emergencia sanitaria en varias ciudades de Estados Unidos: la medetomidina, un potente sedante veterinario que comenzó a aparecer mezclado con fentanilo y que no sólo potencia la sedación, sino que dispara síndromes de abstinencia severos cuando el consumo se interrumpe. En Filadelfia, hospitales y equipos médicos hablan de un problema distinto al de la sobredosis: una "crisis de abstinencia" que lleva pacientes a terapia intensiva.

Según los reportes citados, la medetomidina puede provocar desmayos casi inmediatos tras inhalar, fumar o inyectar la mezcla. Pero el cuadro se vuelve crítico al pasar el efecto: mientras el consumo puede reducir drásticamente la frecuencia cardíaca, la abstinencia provoca el fenómeno inverso, con picos de presión arterial y taquicardia, además de temblores y vómitos persistentes.
Filadelfia como epicentro y un salto en las guardias
La expansión de la medetomidina en Filadelfia se vinculó a una oleada registrada desde fines de abril de 2024, con más de un centenar de casos inusuales de sobredosis de opioides: los pacientes volvían a respirar tras recibir medicación para revertir el cuadro, pero permanecían profundamente sedados durante horas, incluso con registros de 30 latidos por minuto. Días después, análisis de laboratorio confirmaron por primera vez la presencia de medetomidina en el suministro local.
El impacto se reflejó en los servicios de emergencia. Registros de salud pública citados en el informe señalaron que, en los primeros nueve meses de 2025, hubo 7.252 ingresos a guardias por síndrome de abstinencia, frente a 2.787 en todo 2023.
Reemplazo de la xilacina y presencia extendida
Filadelfia ya había sido una señal temprana en la crisis de drogas con la irrupción de la xilacina, otro tranquilizante de uso veterinario asociado a lesiones y necrosis en humanos. Ahora, el patrón estaría cambiando: la xilacina habría perdido presencia en la ciudad y la medetomidina avanzó como sustituto. Se informó que fue detectada en el 91% de los suministros de fentanilo analizados por un laboratorio de control de drogas.

Los reportes también registraron casos en otros estados, incluyendo Massachusetts, Maryland, Carolina del Norte, Florida, Misuri, Colorado, Ohio, además de una expansión creciente hacia Nueva Jersey y Delaware, con menciones de episodios en Chicago y un aumento incipiente en Pittsburgh.
Una droga barata, adictiva y difícil de manejar clínicamente
La medetomidina es un sedante y anestésico veterinario de décadas de uso. En los reportes relevados, se describió como hasta 200 veces más potente que la xilacina. También se indicó que se fabrica principalmente en China y que puede conseguirse de forma barata a través de canales de insumos veterinarios y químicos, un dato que, en la lógica del mercado ilegal, abarata el corte y sostiene la dependencia.
En hospitales, el desafío se trasladó a los protocolos: médicos describieron pacientes con frecuencias cardíacas que trepaban a 170 latidos por minuto durante la abstinencia. Para contenerlos, se reportó el uso de dexmedetomidina (sedante de uso humano emparentado con la medetomidina) y la distribución de tarjetas con instrucciones de tratamiento a equipos de emergencia.
Además del costo sanitario, el fenómeno empezó a presionar el financiamiento: el informe mencionó que la abstinencia a medetomidina aún no figura como diagnóstico con cobertura equivalente a internaciones prolongadas, lo que limita reembolsos y deja a los hospitales con gastos crecientes, incluyendo traslados críticos recurrentes entre unidades.
El invierno como factor de riesgo
Con temperaturas bajas, los responsables sanitarios expresaron preocupación por un escenario adicional: personas que se desmayan en la vía pública bajo sedación prolongada y quedan expuestas al frío extremo, un problema que puede multiplicar llamados a emergencias y saturar camas.