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EL DIARIO digital
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Karla Robles, de 27 años, había denunciado seis veces a su expareja por violencia de género. La Justicia investiga si él generó un "contexto de terror" que la llevó a quitarse la vida.
El caso de Karla Robles, una joven tucumana de 27 años que se quitó la vida durante una transmisión en vivo por TikTok, conmociona al país y reabre el debate sobre la violencia de género y la falta de respuesta judicial. En las últimas horas, fue detenido su exnovio, Ricardo Zerda, acusado de haber instigado el suicidio.

La Unidad Especializada de Homicidios I del Ministerio Público Fiscal (MPF) ordenó su detención en el Hospital Obarrio, donde se encontraba internado. Los investigadores intentan establecer si el acusado creó un contexto de amenazas, hostigamiento y miedo que habría empujado a la víctima a tomar la drástica decisión.
El caso tomó notoriedad nacional no solo por su desenlace trágico, sino también porque la joven había anticipado su final en redes sociales. "Prefiero matarme antes que él me mate a mí", expresó en un video que hoy estremece a los usuarios.
Seis denuncias sin respuesta
De acuerdo con el abogado de la familia, Augusto Avellaneda, Karla había denunciado a Zerda al menos seis veces por violencia de género, pero todas las causas fueron archivadas por el fiscal Augusto Zapata.
"La obligó a borrar una foto y la amenazó de muerte a ella y a toda su familia. Le dijo que si no se quitaba la vida, iba a matar a su mamá, a su papá y a todos", relató Avellaneda, quien había advertido reiteradamente que la vida de la joven estaba "en riesgo latente".

La madre de la víctima, Mirta Jiménez, cuestionó duramente la falta de acción judicial: "Si él hubiese detenido a ese tipo la primera vez que mi hija denunció, ella hoy estaría viva. Pero el fiscal Zapata archivaba todo. Él nunca estuvo detenido", declaró durante una marcha para exigir justicia.
A pesar de las reiteradas denuncias, la Justicia solo había dictado una restricción de acercamiento que el agresor violó en varias oportunidades. Tras el suicidio, la familia entregó a los investigadores el celular de Karla, que contendría audios, videos y mensajes con pruebas del hostigamiento permanente.
El caso generó una profunda indignación en Tucumán y en todo el país, al evidenciar las graves fallas institucionales en la protección de las víctimas de violencia de género. La investigación busca ahora determinar las responsabilidades judiciales y establecer si la falta de intervención fue un factor determinante en la tragedia.