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EL DIARIO digital
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El santarroseño Juan Pizzamiglio, conocido como Panchi, partió el domingo a las 5:30 de la madrugada rumbo a la Basílica de Luján. Lo hace a pie y en bicicleta, con un trayecto de entre ocho y diez horas diarias, motivado por su profunda devoción a la Virgen.
"Soy muy creyente en la Virgen y siempre quise hacerlo caminando. Vi la peregrinación del Milagro en Salta y pensé que si ellos tardan trece días en la montaña, yo podía hacerlo en menos, porque acá no hay lomas", explicó en diálogo con el periodista Eduardo Villada en LU100 Radio Capital AM 1040 FM 102.5, mientras descansaba en una garita sobre la ruta nacional 5, en la localidad de Madero, a 22 kilómetros de Pehuajó.
Pizzamiglio, de 56 años, planificó llegar a destino en nueve días, aunque reconoció que las lluvias o el viento podrían modificar los tiempos. En la primera parte de su viaje recibió gestos de solidaridad: en Juan José Paso un vecino le ofreció comida y alojamiento, y en otras localidades lo recibieron con apoyo y afecto.
El pampeano lleva consigo los pedidos y agradecimientos de vecinos de Villa Santillán escritos en pequeños papeles. "Se los voy a entregar a la Virgen allá", relató. Además, compartió parte de su historia personal: trabaja como plomero y en construcción, fue ayudado por Alcohólicos Anónimos en 2005 y desde entonces dejó el alcohol. "Lo único que me mueve es la fe", afirmó.
Panchi tiene dos hijos, Agustina y Julián, además de Walter, a quien considera "un hijo de corazón". "En la vida lo único que nos llevamos son los momentos vividos. Por eso hago esto, porque quiero honrar la fe y agradecer", expresó emocionado.
El objetivo es llegar a Luján el lunes o martes de la próxima semana. "Si el viento ayuda, capaz llego antes", bromeó, entre el cansancio y la ilusión de completar una travesía que ya conmueve a familiares, amigos y vecinos que lo siguen a la distancia.
