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EL DIARIO digital
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Un método sencillo ayuda a reducir la tensión física y mental en momentos de estrés intenso.
La ansiedad, reacción natural del cuerpo ante situaciones que percibe como amenazantes, puede disparar síntomas como presión en el pecho, hiperventilación, tensión muscular e insomnio. Pero la clave para enfrentarla está al alcance de todos: la respiración.
"El sistema parasimpático, el de la calma, solo puede activarse voluntariamente a través de la respiración", explica el psicoterapeuta español Raúl Padilla. Según detalla, controlar el aire que entra y sale de los pulmones es la forma más rápida de bajar la activación del organismo y recuperar el equilibrio.
Cómo se manifiesta la ansiedad
- Los cambios que provoca varían en cada persona:
- Vasculares: aumento de la presión y de la frecuencia cardíaca.
- Musculares: contracturas, cansancio, entumecimiento.
- Respiratorios: hiperventilación y suspiros constantes.
- Emocionales: angustia, tristeza, preocupación y miedo.
En muchos casos también aparece el insomnio, alimentado por pensamientos obsesivos o por la búsqueda constante de soluciones a conflictos personales.
- El ejercicio recomendado
- Padilla propone un sencillo entrenamiento de "respiración en dos pasos":
- Inhalar profundamente hasta llenar los pulmones, y luego sumar un poco más de aire.
Exhalar lentamente, como si un globo se desinflara de a poco.
La práctica, acompañada de una breve reconexión con los sentidos observar cinco objetos alrededor, escuchar los sonidos presentes, percibir olores y sensaciones corporales ayuda a cortar el círculo de la ansiedad y devolver al cuerpo la sensación de calma.
El especialista advierte que no se trata de un truco instantáneo, sino de una herramienta que requiere constancia: cuanto más se entrena, más efectiva resulta cuando el estrés golpea.