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EL DIARIO digital
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Los primeros auxilios no se limitan a gasas, algodón o curitas: son un conjunto de conocimientos prácticos que pueden marcar la diferencia ante una emergencia en el hogar.
El cardiólogo Ignacio Ríos, del Hospital Británico, explicó que frente a un corte lo primero es presionar firmemente para frenar el sangrado. Si la sangre es roja brillante y brota de manera pulsátil puede tratarse de un sangrado arterial y requiere atención médica inmediata. Si es más oscura y fluye lentamente, suele ceder con presión y luego basta con limpiar y cubrir con una gasa estéril.
El especialista advierte contra errores frecuentes, como aplicar pegamentos de contacto en heridas o automedicarse sin control profesional. En casos de dolor abdominal, náuseas o vómitos en personas con riesgo cardiovascular, la automedicación puede retrasar el diagnóstico de un infarto.
Más allá del botiquín, la capacitación en maniobras como la Heimlich o la reanimación cardiopulmonar (RCP) es esencial. En la Argentina, más del 70% de los paros cardíacos ocurre en el hogar y, según la American Heart Association, las chances de supervivencia bajan entre 7% y 10% por cada minuto sin compresiones torácicas.
"Si la persona no responde y no respira, lo correcto es llamar al 107 e iniciar compresiones torácicas hasta que llegue la ambulancia. El paciente no puede estar peor: la RCP siempre suma", remarcó Ríos.
La mejor estrategia sigue siendo la prevención: cuidar la seguridad doméstica, mantener hábitos saludables y controlar factores de riesgo como tabaquismo, hipertensión, obesidad y diabetes.