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EL DIARIO digital
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El presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, sorprendió este jueves al reconocer públicamente sus errores y pedir disculpas a Claudio "Chiqui" Tapia y a la AFA por el escándalo que protagonizó en septiembre de 2024, tras la eliminación de su equipo en la Copa Argentina.
"Hoy mi reflexión es que ni el momento ni la forma en la que me expresé fueron las adecuadas. Me equivoqué. Mi pelea terminó siendo perjudicial para Talleres", admitió en conferencia de prensa.
El dirigente aseguró que busca dejar atrás aquel episodio y tender puentes con la conducción de la AFA: "Chiqui, me pongo a disposición para hacer cosas por el fútbol argentino. Desde Talleres, con humildad, sumar nuestra experiencia y visión". Incluso invitó a la casa madre a participar en la inauguración de la segunda etapa de la Ciudad Deportiva del club, que definió como "un orgullo para el fútbol argentino".
El acercamiento con Tapia
Fassi y Tapia se habían cruzado a mediados de junio en la inauguración del predio "La Agustina" de Instituto. El saludo inicial fue frío, pero luego hubo un gesto cordial que abrió la puerta a una etapa de entendimiento.
La noche de furia en Mendoza
El trasfondo de estas disculpas se remonta a la eliminación de Talleres a manos de Boca en la Copa Argentina 2024. Esa noche, Fassi irrumpió en el vestuario de los árbitros junto a custodios armados e increpó al juez Andrés Merlos y a su equipo, en un episodio que derivó en la intervención policial y que se convirtió en uno de los momentos más polémicos de su gestión.
Con su mea culpa, Fassi intenta cerrar aquel capítulo conflictivo y reposicionar a Talleres en la mesa institucional. "Las instituciones siempre están por encima de los individuos", subrayó, en un mensaje directo de reconciliación.