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EL DIARIO digital
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Un especialista en tecnología lanzó una advertencia inquietante: el futuro cercano estará dividido entre quienes logren potenciarse con avances científicos y quienes queden al margen sin herramientas para competir.
"Estamos entrando en un mundo de superhumanos y de gente prescindible", advirtió, al explicar que en los países más desarrollados ya se trabaja con tecnologías que permiten implantes cerebrales, edición genética y sistemas de tutoría personalizada con inteligencia artificial desde edades tempranas.
Según señaló, "vamos a tener una mayoría de personas en países de primer mundo que van a aumentar su cuerpo con tecnología, con implantes en el cerebro, con la posibilidad de modificar el ADN para rediseñar a sus hijos. Y a su vez tendrán una educación de punta, como ya vemos en China y pronto en Estados Unidos, donde la IA será tutora de niños para potenciar su aprendizaje".
En contraste, marcó la situación de América Latina y en particular de Argentina: "Más de la mitad de los chicos hoy usan ChatGPT, pero no para aprender, sino para lo que se denomina descarga cognitiva. Le entregan toda su capacidad mental a la IA y dejan de pensar, razonar o expresarse. Se manejan en emoticones, se vuelven tontos frente a una inteligencia que duplica su capacidad cada seis meses".
El panorama que traza es sombrío. Citó una predicción de Elon Musk: "En 2045 habrá más robots humanoides que personas". Y dio ejemplos de lo que ya sucede en Asia: "Hoy en China se venden robots de 5.500 dólares que pueden hacer todas las tareas domésticas. Esto es apenas el comienzo".
Consultado sobre la posibilidad de que estas tecnologías generen contenidos en vivo, remarcó: "Ya podemos crear podcasts completos con IA. Pero ese contenido no tiene alma. El alma y las emociones humanas son irremplazables, y ahí es donde necesitamos humanizar la tecnología".
La clave, insistió, está en la educación. "Si no se enseña qué es la inteligencia artificial y cómo usarla, puede ser mucho peor que lo que pasó con la irrupción de las redes sociales. Hoy casi nadie sabe usarlas de manera consciente y terminan atrapando y radicalizando el pensamiento. Con la IA el riesgo es mayor: se viene la hiperpersonalización de la realidad, donde cada persona vivirá en su propio mundo diseñado por algoritmos".