Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
La menopausia y la perimenopausia implican cambios hormonales que afectan distintos sistemas del cuerpo. Conocer sus síntomas y abordajes es clave para mantener la calidad de vida.
La menopausia y la perimenopausia son etapas de transformación profunda en la salud de las mujeres adultas. Más allá de los sofocos y las alteraciones menstruales, la disminución de estrógenos impacta en huesos, corazón, sistema cognitivo, digestivo y salud sexual, incrementando el riesgo de problemas a largo plazo.
Según la Dra. Rajita Patil, directora del Programa Integral de Menopausia de UCLA, entender estos cambios y adoptar medidas preventivas es esencial para preservar el bienestar general. Estos son los ocho síntomas más comunes y las recomendaciones para afrontarlos:
Síntomas óseos y musculares
La pérdida de estrógenos acelera la disminución de densidad ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis y fracturas, sobre todo en los primeros cinco años posteriores a la última menstruación. La prevención incluye ejercicios de fuerza tres veces por semana, suplementación con calcio y vitamina D, evitar tabaco y moderar alcohol. La terapia hormonal puede ser útil bajo control médico.
Síntomas cardiovasculares
El descenso hormonal altera colesterol, presión arterial y distribución de grasa. Para reducir el riesgo cardíaco: ejercicio aeróbico (150 minutos semanales), dieta equilibrada, control de glucosa y presión, y manejo del estrés. La terapia hormonal no se recomienda como prevención cardiovascular general.
Síntomas mentales y emocionales
Ansiedad, depresión y cambios de humor son frecuentes. Las estrategias incluyen terapia hormonal, psicoterapia cognitivo-conductual, actividad física regular y mantener vínculos sociales activos.
Síntomas cognitivos
La "niebla mental" provoca problemas de memoria y concentración. Aunque suele ser temporal, puede ser más grave en menopausia temprana o con antecedentes de Alzheimer. Mantener actividad intelectual, dieta saludable y vida social activa ayuda a preservar las funciones cognitivas.
Síntomas digestivos y metabólicos
Los cambios hormonales alteran el microbioma intestinal, favoreciendo inflamación y mala absorción de nutrientes. Se recomienda dieta rica en fibra, frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y uso de probióticos y prebióticos.
Síntomas del sueño
El insomnio y las interrupciones por sofocos nocturnos son habituales. La terapia cognitivo-conductual, ejercicio regular y, en casos indicados, terapia hormonal, mejoran la calidad del descanso.
Síntomas genitourinarios
Sequedad vaginal, dolor, urgencia urinaria y más infecciones se abordan con estrógenos locales, lubricantes y fisioterapia del suelo pélvico. El uso de DHEA intravaginal puede ser indicado por el especialista.
Síntomas sexuales
La atrofia vulvovaginal y la disminución del deseo sexual requieren un abordaje integral: terapia psicológica, mindfulness, comunicación en pareja y, en casos seleccionados, tratamiento con testosterona supervisada.
La especialista recuerda que cada mujer vive la menopausia de manera distinta y que la prevención, el diagnóstico temprano y el acompañamiento médico son las herramientas más efectivas para mantener una vida plena.