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EL DIARIO digital
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A dos días de la cumbre ruso-estadounidense prevista en Anchorage, Alaska, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a Vladimir Putin que enfrentará "consecuencias muy graves" si no pone fin a la guerra en Ucrania, aunque no precisó en qué consistirán esas medidas.
Trump anunció además que, si el encuentro del viernes resulta positivo, impulsará una segunda reunión con la participación del mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski. "Me gustaría tenerla casi inmediatamente entre el presidente Putin, el presidente Zelenski y yo, si quieren que yo esté presente", afirmó.
La presión sobre Washington creció desde Kiev y la Unión Europea para que la cumbre incluya el reclamo de un alto al fuego. Zelenski, que no fue invitado a Alaska, viajó a Berlín para participar de una videoconferencia con Trump, el canciller alemán Friedrich Merz, líderes europeos y autoridades de la OTAN y la UE. Desde allí pidió que el "tema central" de la reunión sea un cese de hostilidades "inmediato" y advirtió: "Putin definitivamente no quiere la paz".
Merz respaldó la postura ucraniana al señalar que "el alto al fuego debe establecerse primero" y que Ucrania "debe estar presente en la mesa" en cualquier negociación. Las declaraciones se dieron mientras las fuerzas rusas lograban su mayor avance en más de un año, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que la "voluntad" de Estados Unidos es "obtener un cese al fuego", mientras en Europa se insiste en que cualquier acuerdo debe incluir garantías de seguridad sólidas para Kiev y formar parte de una estrategia transatlántica coordinada.