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EL DIARIO digital
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El secretario de Finanzas defendió el rumbo económico del Gobierno, pidió apoyo electoral y aseguró que las reservas no serán un problema. También elogió el RIGI y pidió confianza en el equilibrio fiscal.
En modo campaña, pero con traje de funcionario, el secretario de Finanzas Pablo Quirno agitó el avispero este martes al asegurar que "no van a faltar dólares" y advertir que para que la economía funcione, primero hay que "despejar el riesgo kuka". Lo dijo sin rodeos durante un evento de AmCham sobre infraestructura energética, donde mezcló cifras, promesas y definiciones políticas al rojo vivo.
"Para despejar el riesgo kuka hay que ir a las urnas y poner bien el voto", lanzó Quirno ante empresarios e inversores, en una frase que no necesitó traducción: el Gobierno nacional apunta todos los cañones a las legislativas de octubre, que podrían definir la gobernabilidad y el destino de su programa económico.
Dólares, votos y el fantasma del pasado
Quirno recogió el guante de su jefe político, Luis Caputo, quien hace pocos días culpó a la incertidumbre política por la suba del dólar. El secretario coincidió y redobló: "Todo lo que hacemos está validado por la sociedad, que ve que los resultados llegan. Pero necesitamos más apoyo político".
Prometió que no habrá escasez de divisas y vaticinó un futuro de oro y litio para el país: "En siete u ocho años vamos a triplicar las exportaciones gracias al sector energético y la minería". También aprovechó para defender el RIGI, el régimen de incentivos para grandes inversiones, al destacar que ya está generando asociaciones privadas para potenciar la exportación de petróleo.
Confianza, equilibrio y deuda con historia
Otro de los focos fue el regreso al mercado voluntario de deuda. Aunque evitó hablar de plazos, Quirno señaló que el primer objetivo es recuperar credibilidad: "La historia nos pesa y nos obliga a hacer los deberes extremadamente bien. Ese es el camino para volver a los mercados, no para tomar más deuda, sino para refinanciar vencimientos".
Con tono pedagógico, el funcionario insistió en que "el equilibrio fiscal vino para quedarse" y pidió convencer a los inversores de que el rumbo no se va a modificar después de octubre.
El mensaje entre líneas
El Gobierno, con Quirno como vocero económico del día, envió una señal clara: los números no alcanzan si no hay estabilidad política. Y la única manera de conseguirla según su visión es con más respaldo en las urnas. La palabra "kuka" apareció en boca del funcionario como sinónimo de riesgo, inestabilidad y retroceso. Y a esta altura, ya es evidente que el programa económico de Milei no solo se juega en el Excel... también se juega en las elecciones.