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EL DIARIO digital
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La vicepresidenta presentó dos demandas explosivas en Comodoro Py contra aliados libertarios que la acusan de conspirar contra Milei. "Quieren borrarme del mapa político", disparó.
Victoria Villarruel decidió pasar de los tuits a los tribunales. Este lunes presentó dos denuncias penales en Comodoro Py que prometen hacer ruido puertas adentro del universo libertario: una contra el director del sitio La Derecha Diario, Javier Negre; la otra contra un grupo de tuiteros y —sí— la diputada oficialista Lilia Lemoine. Todo recayó en el despacho del juez Sebastián Casanello, con los fiscales Guillermo Marijuan y Franco Picardi en pista.
Según la vicepresidenta, las publicaciones que circularon en redes y medios aliados al oficialismo no son solo chicanas políticas, sino un "ataque organizado" para desprestigiarla, acusarla de golpista y sacarla del juego. Nada más y nada menos.
Golpismo tuitero y fake news incendiarias
En la primera denuncia, Villarruel apuntó directo contra Negre, a quien acusa de "intimidación pública" y hasta de "amenaza de rebelión". ¿El motivo? Una nota de su portal aseguraba que ella estaría planeando un golpe de Estado contra Javier Milei. Para la vicepresidenta, ese tipo de publicaciones no solo son "noticias falsas", sino que causan un "daño institucional y diplomático inconmensurable".
"Negre opera contra el orden republicano, de manera flagrante, al acusar sin probanza alguna de los delitos más aberrantes que el sistema democrático pudiera tolerar", escribió Villarruel, indignada.
De aliada a enemiga interna: Lemoine en la mira
La segunda denuncia fue aún más picante: va contra libertarios de pura cepa. Tuiteros militantes del mileísmo y, en especial, Lilia Lemoine, diputada y figura clave del oficialismo en redes. A todos ellos les imputa hostigamiento, incitación al odio, amenazas y hasta apología del crimen. Todo esto, según la demanda, con el fin de "buscar mi exclusión del Senado, mi detención penal y mi destrucción política".
Villarruel no se quedó ahí: dejó entrever que podrían estar usando fondos públicos para financiar esa campaña en su contra. Un misil directo al corazón del gobierno del que, al menos formalmente, forma parte.
¿Libertad de expresión o fuego amigo?
En su escrito, la titular del Senado asegura que las publicaciones cruzaron "todo límite razonable en cuanto a libertad de expresión", y que los ataques son sistemáticos y metódicos. "No estamos ante simples opiniones: estamos ante una maquinaria de hostigamiento contra una figura institucional", advirtió.
La movida judicial de Villarruel deja expuesta una grieta cada vez más profunda dentro del oficialismo libertario. La misma vicepresidenta que hasta hace poco compartía escenario y aplausos con sus ahora denunciados, hoy les marca la cancha desde los estrados judiciales.
¿Hasta dónde llegará esta interna con olor a pólvora? Por ahora, el partido se juega en Comodoro Py. Pero el temblor ya se siente en la Casa Rosada.
