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EL DIARIO digital
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Cocinar en casa suele asociarse con seguridad y control, pero algunos hábitos cotidianos pueden abrirle la puerta a bacterias peligrosas. Especialistas en seguridad alimentaria advierten que ciertas prácticas a veces aprendidas por costumbre pueden derivar en intoxicaciones serias si no se corrigen a tiempo.
Bacterias como la salmonella, la E. coli o el Bacillus cereus pueden desarrollarse fácilmente si no se toman precauciones básicas. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea, náuseas y dolor abdominal, y en casos graves, pueden requerir atención médica.
A continuación, los seis errores más frecuentes en la cocina y las recomendaciones para prevenirlos:
1. Descongelar alimentos a temperatura ambiente
Dejar carne sobre la mesada para que se descongele puede favorecer el crecimiento bacteriano. Las partes externas alcanzan temperaturas peligrosas mientras el centro sigue congelado.
Alternativa segura: descongelar en la heladera, en el microondas (si se va a cocinar de inmediato) o en agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos.
2. Usar la misma tabla para carne cruda y vegetales
Esto facilita la contaminación cruzada, especialmente si los vegetales se consumen crudos.
Consejo: usar una tabla exclusiva para carnes y otra para frutas, verduras u otros alimentos listos para comer.
3. Lavar pollo crudo
Aunque se crea que así se eliminan bacterias, el agua solo dispersa los microorganismos por la pileta, la mesada o los utensilios cercanos.
Lo correcto: cocinar el pollo a una temperatura interna mínima de 74°C para eliminar cualquier riesgo.
4. Almacenar carne cruda sobre otros alimentos
Los jugos de la carne pueden gotear y contaminar alimentos que no se cocinarán.
Medida preventiva: colocar la carne cruda en recipientes cerrados y ubicarla siempre en el estante inferior de la heladera.
5. Enfriar arroz a temperatura ambiente
El arroz cocido puede ser un caldo de cultivo para bacterias si se deja reposar más de dos horas a temperatura ambiente.
Lo indicado: distribuirlo en recipientes poco profundos para que se enfríe rápidamente y luego refrigerarlo.
6. Confiar en el color de la carne para determinar su cocción
Una carne que luce cocida por fuera puede seguir cruda por dentro.
Recomendación: utilizar un termómetro de cocina para asegurarse de alcanzar la temperatura interna adecuada según el tipo de carne (por ejemplo, 63°C para carne de cerdo, 74°C para pollo).
Corregir estos hábitos no implica complicar la rutina, sino prestar atención a detalles clave que pueden marcar la diferencia entre una comida segura y una que ponga en riesgo la salud. Tomar precauciones simples puede evitar consecuencias graves.