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EL DIARIO digital
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Javier Milei volvió a vestirse de cruzado libertario y se despachó con munición gruesa en la cena de la Fundación Faro, el círculo ideológico de Agustín Laje que funciona como caja registradora deluxe de La Libertad Avanza. El show fue en el Yacht Club de Puerto Madero donde la libertad entra en yate, pero el tono fue más bien de campaña en modo guerra santa.
"Si ganamos en septiembre, le ponemos el último clavo al ataúd del kirchnerismo", lanzó Milei, convencido de que la Provincia de Buenos Aires está a tiro de su motosierra discursiva. El Presidente aseguró que lo que se juega no es solo "un distrito", sino "el fin del kirchnerismo". Apocalipsis now.
Como si hiciera falta más fuego, acusó al peronismo de estar "dispuesto a hacer fraude" y calificó a las candidaturas testimoniales como "una farsa y un fraude moral". Todo esto después de declarar que el gobierno bonaerense "tiene las manos llenas de sangre", porque según él, "la provincia es un verdadero baño de sangre". Sí, así lo dijo. Literal.
? "Hicimos 8000 reformas estructurales", se jactó. Comparó su gobierno con el de Menem y se autoproclamó mejor: sin Plan Bonex, sin expropiaciones y, como bonus track, con inflación bajando más rápido que los pantalones del Estado.
Y como si no alcanzara con el festival de ego, defendió su veto a las jubilaciones: "Si no se llegara a fin de mes, las calles estarían llenas de cadáveres". Milei, versión tanatológica.
Ah, y anunció candidato para La Pampa: el economista Adrián Ravier, que deberá salir a convencer a los pampeanos de que la libertad también llega al oeste.
Milei cerró con una promesa imposible: "Voy a dejar de usar insultos". Pero aclaró que es porque sus adversarios "carecen de nivel intelectual". Un mimo, como siempre.
? El rock libertario sigue, ahora con menos puteadas y más clavos para ataúdes políticos.