Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
En 2016, hizo una herencia anticipada del grueso de sus bienes y de Néstor a sus hijos Máximo y Florencia. Ella se quedó solo con 200 mil dólares pero la Justicia le reclama esa suma de los más de 500 que se decomisarán a todos los condenados. Ahora los fiscales deberían denunciarle por insolvencia fraudulenta. Quieren que la plata recuperada se use para construir escuelas y hoteles.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner está en la mira judicial por una serie de maniobras patrimoniales vinculadas a la causa Vialidad, en la que fue condenada por defraudación al Estado. La principal sospecha es que, en 2016, realizó una cesión anticipada de bienes a sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, con el objetivo de evitar una futura devolución del dinero determinado por la Justicia como parte del perjuicio económico.
La cesión fue realizada tres días después de haber sido procesada en la causa: Cristina transfirió el 50% de los bienes gananciales de la sucesión de Néstor Kirchner a sus hijos. El otro 50% ya les pertenecía por derecho hereditario. La entonces expresidenta aseguró haberse quedado solo con 200 mil dólares.
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola evalúan ahora si corresponde denunciarla por "insolvencia fraudulenta", una figura penal que busca impedir que maniobras de vaciamiento patrimonial impidan la ejecución efectiva de una condena. El Tribunal Oral Federal Nº 2 fijó en 500 millones de dólares el monto total a decomisar entre los condenados, de los cuales a Cristina Kirchner se le adjudican preliminarmente 55 millones.
El patrimonio de los condenados incluye 145 inmuebles, 42 automóviles, dos embarcaciones, 18 cuentas bancarias y participaciones en once sociedades. Buena parte de esos bienes ya se encuentra embargada.
El ex titular de la Unidad de Información Financiera, Mariano Federici, afirmó que parte de los activos ilícitos podrían no haber sido legitimados aún, mientras que otros habrían sido transferidos a terceros o cedidos mediante actos simulados a los hijos de la exmandataria.
En su declaración patrimonial de enero de este año, presentada ante la Oficina Anticorrupción, Cristina Kirchner declaró un total de 249 millones de pesos. Entre sus activos figuran un vehículo Toyota, el usufructo de una propiedad en Recoleta, un terreno en El Calafate y acciones de empresas como Mercado Libre, Apple y Vista Oil. Por su parte, Máximo Kirchner declaró bienes por más de 4 mil millones de pesos, mientras que Florencia posee propiedades y fondos heredados, incluyendo una caja de seguridad con casi cinco millones de dólares.
Además de la expresidenta, otros ocho condenados deberán responder por el perjuicio económico causado al Estado nacional a través del presunto direccionamiento de obras públicas a empresas vinculadas a Lázaro Báez. Entre ellos se encuentran el propio Báez, el exsecretario de Obras Públicas José López y el extitular de Vialidad Nacional, Nelson Periotti.
Los fiscales solicitaron que los fondos recuperados sean destinados a políticas públicas, tales como educación, salud e infraestructura. En un escrito reciente, señalaron que "la corrupción atenta directamente contra los principios democráticos del Estado de derecho, al impedir el pleno ejercicio de los derechos sociales y económicos básicos".
La ejecución de la sentencia contempla la apertura de un incidente para definir los mecanismos de recuperación del dinero. De no registrarse bienes suficientes, los fiscales podrían avanzar con nuevas acusaciones vinculadas a maniobras de ocultamiento patrimonial.