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EL DIARIO digital
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París, Francia - El Tour de Francia largará hoy su 110ª edición. Y se trata de una de las tres carreras por etapas más importantes del planeta, la que todo ciclista profesional quiere largar.
Vestir el maillot amarillo y subirse a lo más alto del podio que se instala cada año en la meta, en plenos Campos Eliseos de París, es el gran objetivo.
La Grande Boucle es mucho más que una de las citas deportivas más esperadas de cada año.
Es un evento que tiene un impacto enorme en cada una de las ciudades que atraviesa a lo largo de sus 21 etapas y tres semanas de competencia.
Organizado por la empresa Amaury Sport Organisation (ASO), dueña también del diario francés L'Equipe, de la Vuelta a España y del Rally Dakar, el Tour es responsable de casi dos tercios de los ingresos anuales de la compañía, que en 2021 facturó casi 230 millones de dólares y tuvo un beneficio récord de más de 71 millones.
La prueba francesa genera en cada edición unos 130 millones de dólares, de los cuales apenas una pequeña parte termina en manos de los equipos, que dependen mayormente del ingreso por patrocinio.
En este 2023, la bolsa de premios que repartirá el Tour es de algo más de 2,2 millones de euros, 60 mil más que en 2022.
El campeón de la clasificación general recibirá 500 mil; quienes lo escolten en el podio, 200 y 100 mil respectivamente; y así en escala descendente hasta el último clasificado.
Además, el mejor equipo embolsará unos 50 mil más. Y en cada etapa se entregarán 11 mil al ganador, 5.500 al que finalice segundo y 2.800 al tercero.
Tradicionalmente, los premios se reparten dentro del equipo, de manera que todos los integrantes, desde los ciclistas hasta los técnicos y auxiliares, reciban una recompensa por el trabajo hecho.
Este año, el Tour largará en Bilbao, que albergará la primera etapa. Las dos siguientes también se disputarán en localidades españolas: unirán Vitoria con San Sebastián y Amorebieta con Bayona, la primera parada francesa de esta edición.
Son 176 corredores de 22 equipos, más todo el personal y staff que integra cada una de las formaciones y de la organización y los miles de periodistas acreditados para la cobertura. Se estima que, por día, hay unas 4.500 personas que se movilizan para hacer posible la carrera.
Desde Bilbao
Esta 110ª edición del TdF comenzará en Bilbao, al norte de España. Se extenderá hasta el 23 de julio los cinco macizos montañosos del país galo, y cubrirá 3.404 kilómetros en las 21 etapas.
Será la 25ª ocasión en que la carrera ciclista más importante del calendario anual del World Tour de la Unión Ciclista Internacional (UCI) parta de fuera de Francia.
De las 21 etapas previstas, ocho serán de un recorrido llano, cuatro un perfil accidentado y otras ocho serán de montaña, con cuatro de ellas con final en alto (Cauterets-Cambasque, Puy de Dôme, Grand Colombier y Saint-Gervais Mont-Blanc).
La etapa restante -la 16ª, programada para el 18 de julio- será la contrarreloj individual que unirá los 22 kilómetros entre Passy y Combloux, en la región Auvernia-Ródano-Alpes.
Habrá dos jornadas de descanso: el 10 de julio, entre la novena y la décima etapas, y el 17, en la previa de esa contrarreloj.
Favoritos
Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, los dos últimos ganadores del Tour, partirán como máximos favoritos para repetir el triunfo en París. El danés Vingegaard, que dio la sorpresa el año pasado al vencer a Pogacar, ganador campeón en 2020 y 2021, quiere sumar su segundo título consecutivo. Su equipo, el Jumbo Visma, fue el gran protagonista en 2022, con seis victorias de etapa y las tres principales clasificaciones al final de la carrera: la general individual y la de montaña con Vingegaard y la de puntos con Van Aert.
En esta edición no estará el esloveno Primoz Roglic, que se tomará un descanso tras imponerse en el Giro de Italia, ni el neerlandés Steven Kruijswijk, quien sufrió una grave caída en la última edición de la Dauphiné. La formación, igual, asusta: Dylan van Baarle, ganador de la París-Roubaix en 2022, y Wilco Kelderman, nuevo campeón de su país.
Pogacar, por su parte, intentará recuperar el maillot amarillo en París y para ello su equipo UAE Emirates alineará a su lado a uno de sus principales fichajes de la temporada, el escalador británico Adam Yates, llegado del Ineos. También tendrá a su lado a fieles compañeros como el polaco Rafal Majka, el rodador danés Mikkel Bjerg, e escalador austriaco Felix Grosschartner, el español Marc Soler, el italiano Matteo Trentin y el noruego Vegard Stake Laengen.
Sorpresa
No hay que descartar de la pelea al Ineos Grenadiers con dos piezas muy fuertes: el colombiano Egan Bernal y el británico Tom Pidcock. La plantilla se completa con Jonathan Castroviejo, Omar fraile, Michal Kwiatkowski, Carlitos Rodríguez y Ben Turner.
El gran ausente será Chris Froome, cuatro veces ganador del Tour (2013, 2015, 2016 y 2017), que no fue elegido para competir en esta edición por su equipo, Israel Premier Tech. Será la primera vez desde 2020 que se perderá la prueba francesa.
Las cartas están sobre la mesa. El maillot amarillo, el más codiciado, espera por su dueño.