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El adiós de Messi: ¿qué es el Fair Play Financiero?

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La Liga de España impuso un tope salarial que complicó la renovación del rosarino. Barcelona es una de las tres entidades más deficitarias del fútbol europeo.

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EL DIARIO digital

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Lionel Messi no seguirá ligado al Barcelona por obstáculos económicos y estructurales relativos a la normativa de la Liga de España, informó el jueves el club, y el gran secreto de la ruptura más shockeante de la historia del fútbol está vinculado al Fair Play Financiero.

"A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española)", dijo el club en un comunicado.

"Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del Club", aduce la entidad blaugrana.

Pero, ¿entonces por qué Messi no firma con elenco culé? Por el Fair Play Financiero que impone la UEFA y que la Liga de España respeta a rajatablas.

La medida del organismo que rige el fútbol europeo comenzó hace una década para frenar los excesivos gasto de muchos clubes, que compraban estrellas sin saldar sus deudas. De esta forma, equiparaban la competitividad de otros equipos con menores presupuestos.

En primer lugar, los clubes clasificados a las copas europeas no deberán registrar ninguna deuda con otras instituciones, jugadores u organismos fiscales.

Por otro lado, la UEFA dispuso que ninguna entidad puede invertir cinco millones de euros más de los que generó, es decir, para poder comprar necesita vender.

Sumado a esto, muchas ligas, como la de España, impusieron una masa salarial para cada equipo, por lo que muchos dirigentes se vieron obligados a renegociar contratos o, directamente, vender a sus figuras.

Por este punto, Messi había aceptado una rebaja de sueldo del 50%, pero las cosas no llegaron a buen puerto y hasta el momento el capitán y emblema del Barcelona no continuará en el club.

En rojo

El Fútbol Club Barcelona es una de las tres entidades más deficitarias del fútbol europeo con un gasto de 1112,35 millones de euros y tiene un rojo de 352,35 desde la temporada 2015/16, cuando consiguió completar todos los títulos posibles en el plantel que contaba con Lionel Messi, Xavi Hernández y Andrés Iniesta.

En la conferencia de prensa en la que explicó los motivos por los cuales el Barcelona no pudo llegar a un acuerdo para volver a contratar a Messi (que quedó libre el 30 de junio pasado), el presidente del club catalán, Joan Laporta, indicó que las pérdidas previstas “eran del orden de los 200 millones de euros pero finalmente serán de 487” y que “es evidente que la industria del fútbol recomienda que los salarios estén en un máximo de un 65 por ciento respecto de los ingresos. En este caso, hay mucho por trabajar, por reducir. El problema no es sólo el salario, sino las amortizaciones. Se hicieron unas inversiones de mucha magnitud y eso es un lastre”.

Aquellos tiempos en los que el Barcelona sacaba pecho por los jugadores que surgían de su cantera, como cuando Messi, Xavi e Iniesta compartieron la terna para el Balón de Oro de la FIFA en 2010, ya quedaron atrás y acertar o no con las contrataciones o las ventas pasó a ser fundamental.

“¿Cuánto se ha gastado el Barcelona en estos últimos cinco años?”, se llegó a preguntar con sorna el portugués Cristiano Ronaldo en uno de los tantos premios que recibió, mientras recordó que los azulgranas “no ganan una Champions desde 2015 y el Real Madrid ganó cuatro desde 2014”.

De hecho, Laporta responsabiliza de la actual crisis del club a la gestión de su antecesor, Josep María Bartomeu –a quien Messi envió en agosto de 2020 el famoso burofax por el que comunicaba que se marchaba del Barcelona al considerarse libre-, quien con colaboradores como el ex arquero Andoni Zubizarreta primero, y luego Robert Fernández, Albert Soler, Jordi Mestre, Pep Segura, y finalmente el ex lateral francés Eric Abidal y Ramón Planes no consiguieron traducir ese gasto en éxitos europeos desde 2016. Más allá de que el balance de estos últimos seis años conste de tres Ligas, cuatro Copas del Rey, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes, aunque en las últimas dos temporadas, la cosecha fue magra con apenas una Copa del Rey.

Según el centro de investigaciones CIES, perteneciente a la FIFA, el Barcelona era uno de los tres clubes con balance más deficitario de Europa de los últimos cinco años junto al Manchester City y al Manchester United en un estudio realizado en 2021, tomando en cuenta gastos e ingresos en contrataciones de futbolistas, todos con más de 400 millones de euros en rojo.

Si el Manchester City invirtió 1006 millones de euros en contrataciones y obtuvo 375 por ventas a otros clubes, con un balance negativo de 631 millones entre 2016 y 2021, su rival de ciudad, el Manchester United, se encuentra cerca con un balance negativo de 586 millones como producto de un gasto de 832 millones en compras y apenas 246 de ganancias por ventas.

Para el CIES, el Barcelona tuvo en esos años un balance en rojo de 471 millones de gasto neto, al invertir 1.171 millones y recibir 700, siendo además el que más ha gastado en ese lapso entre las cinco grandes ligas europeas por delante del Manchester City y de la Juventus (999 millones).

Según este mismo estudio, el Paris Saint Germain (PSG) tuvo un balance de 455 millones, como consecuencia de un gasto de 854 y un ingreso de 399, mientras que el Inter de Milán generó un balance de 386 millones debido a un gasto de 664 y un ingreso de 278.

Por distintas razones, muchos de los jugadores contratados por el Barcelona en estos últimos seis años, no funcionaron. El turco Arda Turan, fichado por 35 millones de euros al Atlético Madrid, generó grandes expectativas pero terminó yéndose a préstamo a su liga.

Otro caso parecido es el del portugués André Gomes, por el que el Barcelona pagó 35 millones al Valencia, con una cláusula surrealista como la de establecer un bonus en el caso de que ganara el Balón de Oro, aunque acabó en un buen nivel en el Everton, donde también se destacan otros dos jugadores contratados por los catalanes, el francés Lucas Digne (que nunca pudo quitarle el puesto de lateral izquierdo a Jordi Alba) y el colombiano Yerry Mina, aunque por éste, el Barcelona pudo, al menos, aprovechar el tirón de su buen Mundial al marcar tres goles en Rusia 2018.

Por el brasileño Paulinho, el Barcelona pagó 40 millones de euros al Guangzhou Evergrande de China, para cederlo a préstamo otra vez un año después al mismo equipo, aunque el paso del volante por el Camp Nou fue aceptable.

En cambio, no resultaron ni el retorno de un jugador de la casa como Gerard Deulofeu, por el que pagó 12 millones de euros al Everton aunque terminó vendiéndolo por 13 al Watford, mientras que Marlon Santos sólo jugó tres partidos y acabó en el Sassuolo.

Acaso las operaciones más resonantes de los últimos tiempos hayan sido las del francés Ousmane Dembélé y el brasileño Philippe Coutinho, con los que el Barcelona intentó tapar rápidamente la salida de Neymar, cuando recibió los 222 millones de a cláusula de rescisión del brasileño y gastó en ellos 270 millones, pero ninguno de los dos logró continuidad. Dembélé totalizó 527 días en la enfermería, y Cou se perdió casi la totalidad de la pasada temporada por una lesión cuando antes se marchó cedido al Bayern Múnich, con el que participó en la estrepitosa goleada de 8-2 que sufrió el Barcelona por la Champions League 2020.

Para la temporada 2019/20 fue contratado el francés Antoine Griezmann, por el que el Barcelona se preció de pagar 120 millones de euros debido a que esperó que su cláusula bajara de los 200 iniciales, y aunque permanece en el plantel, nunca terminó de adaptarse, mientras que al año siguiente llegó el bosnio Miralem Pjanic, como parte de una operación que incluyó la salida del brasileño Arthur a la Juventus, pero el volante casi no fue tenido en cuenta y se le busca salida en este mercado.

El último de los casos es el de Luis Suárez, que se marchó por un muy bajo valor al inicio de la temporada 2020/21 al no ser tenido en cuenta por el entrenador neerlandés Ronald Koeman y acabó siendo campeón de la Liga española y fundamental con sus goles.

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