Fin de semana de Teatro en ATTP

Por un lado, "Dirección obligatoria", del coreógrafo Alejandro Cervera y por otro "Tita, se dice de ella", de la coreógrafa pampeana Agustina Puhl.

Será este viernes, a las 22 horas, en la sala del Teatro ATTP (Jose Luro y Bolivia)

Las entradas anticipadas para la función -que incluirá la presentación de ambas obras- tienen un valor de $2500 y en puerta $3000. Consultas en el instagram @cia.bap o @teatroattp.

"Dirección Obligatoria" del coreógrafo Alejandro Cervera, fue estrenada en 1983 en plena transición hacia la democracia y fue la primera obra de danza argentina que planteó una lectura crítica acerca de la última dictadura militar.

"La monté en el comienzo de la temporada, todavía estaban los militares – recuerda Cervera-. La obra era muy inequívoca, se sabía claramente de qué se estaba hablando: los militares, los burgueses, los represores, los desaparecidos y sus deudos. No podía hacer otra cosa en ese momento. Creo que la fuerza de la obra tiene que ver con la fuerza de algo que yo no podía callar en 1983. Y tampoco ahora". La puesta está planteada como una cinta rodante, como un camino que las y los bailarines transitan de derecha a izquierda de las y los espectadores. El planteo espacial y la direccionalidad de los movimientos forman parte de la narrativa, que es un continuo que fluye y acompaña la idea de una continuidad obligada. La decadencia obligada que genera una vida marcada por el miedo y la represión y, finalmente, un rompimiento, una rebelión, una luz.

"Tita, se dice de ella" es un recorrido con la danza sobre la vida de la actriz y cantante argentina Tita Merello. Escrita y dirigida por la artista y coreógrafa pampeana Agustina Puhl, la obra busca, desde el lenguaje de la danza contemporánea fusionada con elementos del tango y el teatro, representar los rasgos más identitarios de su personalidad y su característica huella en nuestro país. Tita, mujer y artista, durante el proceso de dictadura militar fue cercenada, marcada en lista negra, y obligada a desaparecer, y decidió cobijarse en el interior recóndito de nuestra nación sin dejar de brindar su arte, el cual se vio obligado a ser escondido y no gritado, como de costumbre ella sabía. A pesar de sufrir el exilio interno, su arte logró ser sonido en el silencio y trascender el tiempo oscuro para volver.