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EL DIARIO digital
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La Confederación General del Trabajo (CGT) muestra señales de ruptura con el Gobierno nacional al convocar a su Consejo Directivo para este jueves con el fin de analizar un plan de acción en respuesta a la inminente reforma laboral. El indicio más claro de malestar se dio con la ausencia de Gerardo Martínez (UOCRA) al último encuentro del Consejo de Mayo este martes en la Casa Rosada.
El endurecimiento de la central obrera se aceleró luego de que sus líderes recibieran información sobre la supuesta imposición de la versión más estricta de los cambios laborales por parte del ala "dura" del Gobierno. Esta versión incluiría la restitución del artículo que limita las cuotas solidarias, un punto crucial, ya que afecta directamente el financiamiento de los gremios.
Dicotomía en Casa Rosada y la Sospecha GremialPese a la tensión, una fuente oficial de la Casa Rosada aseguró que el artículo más rechazado por la CGT no formará parte de la iniciativa legislativa y que "quedará para más adelante", incluyendo solo lo relativo a la generación de empleo.
Sin embargo, la cúpula cegetista se mantiene en alerta y convencida de que "ganó Sturzenegger, que es la voz ideológica antisindical dentro del Gobierno", según un directivo. El mismo dirigente admitió que "ahora queda intentar el diálogo con el sector político del Gobierno".
Las conversaciones se han iniciado con el asesor presidencial, Santiago Caputo, y continuarán con Martín Menem (titular de la Cámara de Diputados) y Eduardo "Lule" Menem (subsecretario de Gestión Institucional), referentes cercanos a Karina Milei.
El punto de conflicto: cuotas solidarias
La polémica se centra en las cuotas solidarias, la herramienta clave para el financiamiento sindical, que implica el descuento compulsivo de una suma pactada en convenios colectivos a todos los trabajadores de la actividad, sean o no afiliados.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien las califica de "peajes sindicales", había impulsado su condicionamiento al consentimiento explícito de los trabajadores (artículo idéntico al DNU $70$). La CGT había logrado, en charlas previas con el sector "político", que se eliminara este artículo.
Pero durante el fin de semana, la presión interna, con apoyo de figuras como la exministra Patricia Bullrich, impulsó la reincorporación del artículo.
Los cambios en el proyecto
Aunque el proyecto definitivo aún genera incertidumbre, el último borrador conocido contiene una restricción que afectaría la recaudación:Se restringe la obligación del empleador de actuar como "agente de retención" solo a las "cuotas de afiliación", y no a "otros aportes" (como las cuotas solidarias).
Se establece que la retención será "siempre que medie conformidad expresa del trabajador y acuerdo entre las partes". Esto implicaría que los empleadores no estarán obligados a retener las cuotas solidarias para girarlas a los sindicatos.
Otro punto modificado a favor de la CGT es el que establece la prelación del convenio por empresa respecto del convenio por actividad. Se agregó que los convenios por empresa deberán ser negociados y firmados por el sindicato con personería, manteniendo así la incidencia exclusiva del unicato gremial y excluyendo a las comisiones internas.
La expectativa se centra ahora en la publicación oficial del proyecto para confirmar qué artículos se mantuvieron. Sin embargo, ante las versiones inquietantes, la cúpula cegetista ya inició el precalentamiento para la protesta.