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Las petroleras ya no informan los aumentos y los precios de los combustibles siguen subiendo

El Gobierno nacional derogó la obligación de comunicar las modificaciones en las tarifas desde junio. Un escenario de menor transparencia que en los últimos 45 días trajo subas de entre 5% y 6%.

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EL DIARIO digital

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En los últimos 45 días, los precios de la nafta y el gasoil en Argentina aumentaron en promedio entre 5% y 6%, aunque desde junio las petroleras dejaron de informar oficialmente cada incremento.

La medida se produjo tras la derogación de la obligación gubernamental de comunicar las modificaciones en las tarifas, generando un escenario de menor transparencia para los consumidores.

Hasta hace unos meses, los usuarios podían consultar en tiempo real los precios de más de 5.000 estaciones de servicio a través de la aplicación oficial Precios en Surtidor. Hoy, esa herramienta dejó de estar disponible, y los ciudadanos ya no pueden seguir la evolución de los combustibles, ni la nafta ni el gasoil. Desde el sector, justifican la medida argumentando que "como en otros países, tampoco se informa cuánto aumenta la leche u otros productos".

El último registro oficial de precios corresponde a julio. Ni siquiera las cámaras empresarias que agrupan a los dueños de estaciones pueden seguir la evolución actual. Según estimaciones del portal especializado Surtidores, en los últimos 45 días los incrementos rondaron entre el 5% y 6%, con una tendencia similar en YPF, Shell, Axion y Puma Energy.

Fuentes del sector indicaron que hasta el viernes pasado la nafta estaba en promedio un 8% por debajo de la paridad internacional, aunque tras las elecciones y la reacción negativa del mercado, ese atraso se amplió al 14%.

Los combustibles en Argentina dependen de cuatro variables principales:

-Precio internacional del petróleo.

-Tipo de cambio, ya que se trata de una commodity.

-Costo de los biocombustibles, que se mezclan en refinería.

-Presión impositiva.

En junio, el conflicto bélico entre Israel e Irán disparó el precio internacional del crudo. Posteriormente, en julio, la crisis cambiaria elevó el valor del dólar en el país, complicando el traslado inmediato de la suba a los surtidores por temor a un fuerte impacto en la demanda.

Las ventas al público de combustibles cayeron 1,2% interanual en julio, interrumpiendo una tendencia positiva de cuatro meses consecutivos. Analistas prevén que, con el nuevo enfriamiento de la economía, los consumidores opten por alternativas más económicas, como la nafta súper o el GNC, dejando de lado la nafta premium, que puede ser hasta 20% más cara.

El nuevo esquema de opacidad en los precios genera incertidumbre y agrega dificultad al sector para sostener el consumo, en un contexto de alta inflación y fuerte inestabilidad cambiaria.

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