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EL DIARIO digital
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El economista y empresario pyme, Gustavo Lazzari, analizó el impacto de la coyuntura política en la actividad productiva y criticó con dureza el modo en que cada elección termina afectando de lleno al sector privado. "En Argentina, cada vez que hay elecciones, la política elige a la economía y a las pymes como campo de batalla", sentenció.
Lazzari explicó que, producto de las disputas entre el Gobierno y la oposición, se adoptan medidas que terminan asfixiando a las pequeñas y medianas empresas. "Se seca la plaza, sube el tipo de cambio y la tasa de interés trepa al 80%. Eso significa actividad económica paralizada y créditos inexistentes. Para una pyme, es imposible financiar el capital de trabajo en estas condiciones", sostuvo en diálogo con Radio Rivadavia.
Con ejemplos concretos, describió el escenario: "De septiembre a noviembre tenemos más de 40 vencimientos: salarios, impuestos, aportes, cuotas bancarias. El empresario pyme hace malabares, vende un cheque, se estira con el descubierto, busca oxígeno. Pero cuando vas al banco, te dicen: 'No hay problema, te presto al 90 o 100% de interés'. Eso es inviable. Y todo por una encuesta o un cálculo político. Es absurdo".
El economista apuntó directamente contra la dirigencia: "A los candidatos no se les cae una sola idea. Ninguno habla de recuperar la red ferroviaria, de canalizar ríos o de reformar un sistema previsional que es una estafa reiterada hace 50 años. Prefieren pelear entre ellos antes que resolver problemas estructurales. Y encima pretenden que la gente se interese en elecciones que no ofrecen nada concreto".
Para Lazzari, la provincia de Buenos Aires es el mejor ejemplo de esa falta de propuestas: "Es el 40% de la Argentina, elige un poder legislativo entero, y nadie presenta proyectos de fondo. Uno calla por miedo, otro porque no le importa, otro porque es testimonial. Es una falta de respeto al ciudadano. Y lo peor: trasladan esa pelea a la economía real, que es carísimo".
Consultado por el humor social, el empresario reconoció la preocupación pero insistió en la necesidad de mirar más allá: "Estamos atravesando una tormenta muy dolorosa, de corto plazo. Hay sectores que se recuperan, otros que tienen que forzar la mirada de largo plazo para sobrevivir. Pero el problema es que la política te genera una pedrada en el medio de la ruta cuando apenas venías enderezando el volante. Eso desanima".
Según Lazzari, hasta mediados de año se veía un sendero de normalización. "Los empresarios estábamos volviendo a poner la cabeza en lo productivo y los bancos a ser bancos. Ya podías sentarte con un proyecto, con una carpeta. No era perfecto, faltaban años, pero íbamos camino a la normalidad. Ahora se congeló todo. Y con tasas al 80%, ningún proyecto productivo puede competir", alertó.
Importaciones y competitividad
Sobre la apertura de importaciones, Lazzari se mostró favorable aunque con un reclamo claro: "Yo soy competitivo de importaciones. Si vienen, bienvenido. Pero dame condiciones: infraestructura, crédito, reglas claras. No se puede pretender que un empresario argentino compita con un holandés que produce con financiamiento barato, rutas impecables y sin gremios mafiosos, mientras acá transportamos en la ruta 33 esquivando pozos. Somos muy competitivos, pero no podemos cargar con una mochila de 500 kilos".
A pesar del clima de incertidumbre, Lazzari cerró con un mensaje de optimismo: "Yo siempre pienso en el largo plazo. Tengo proyectos que no pienso cortar por una piedra en el camino. Este ruido absurdo de la política no nos puede hacer perder de vista que tenemos hijos, empresas y un país por delante. El 28 de octubre, después de las elecciones, nos vamos a dar cuenta de que seguimos vivos, y ojalá podamos volver a producir con menos trabas. Lo que no puede pasar es que la política convierta a la economía en una guerra de elefantes, porque cuando ellos se pelean, las hormigas -las pymes- somos las que sufrimos".