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EL DIARIO digital
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El oficialismo sorprendió este martes con un movimiento audaz: mientras el Senado discutía las leyes de aumento jubilatorio y recuperación de la moratoria, el Gobierno presentó un proyecto alternativo de reforma previsional, que propone modificaciones técnicas y de mantenimiento del sistema sin sobresaltos fiscales.
El texto del Ejecutivo no cuestiona los aumentos ya aprobados, pero apunta a diseñar un marco más estructural. Entre los ejes centrales, se destacan ajustes en los índices de actualización, propuestas para modificar los tramos de aportes jubilatorios y la inclusión de mecanismos automáticos que atenúan el impacto presupuestario y evitan futuros déficits.
Objetivo: mantención del superávit y previsibilidad
Los promotores del proyecto insistieron en que la base de la iniciativa es mantener el equilibrio fiscal, generando un sistema previsional sostenible. Plantearon crear un fondo de estabilización que opere como amortiguador ante ciclos económicos adversos. También se evalúan incentivos a los aportantes activos y medidas para promover el trabajo formal prolongado.
El Gobierno busca evitar que el sistema quede atrapado en soluciones de corto plazo, con efectos inflacionarios o déficit inesperados. En ese sentido, defienden un ajuste integral que combine aumentos con mecanismos técnicos de contención.
Por qué importa: tensión institucional y impacto en el PBI
El envío del proyecto paralelo se interpreta como una jugada política estratégica. Busca ofrecer al Congreso una alternativa "técnica" que enfatice la sustentabilidad, al mismo tiempo que mantiene su discurso sobre el mantenimiento del superávit fiscal y la austeridad.
La propuesta puede marcar un hito en un escenario donde el gasto previsional consume gran parte del presupuesto. El impacto en el PBI es central: la reforma plantea que, con ajustes menores y la creación de un fondo anticíclico, el sistema podría funcionar sin comprometer la meta de equilibrio.
Pasos a seguir y próximos obstáculos
La iniciativa se analizará en comisiones mixtas. Habrá reuniones técnicas con el Ministerio de Economía, la ANSES, sindicatos y especialistas. El Gobierno anticipa que podría haber consenso en temas técnicos, pero reconoce que las modificaciones políticas serán debatidas con mayor tensión durante las sesiones en el Congreso.
El cronograma estimado apunta a presentar dictámenes antes del receso legislativo de invierno, marcando una meta para septiembre. Si la reforma alcanza dictamen y plenario, deberá ponerse en discusión y votación antes de fin de año.