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EL DIARIO digital
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El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en el conflicto iniciado por los controladores aéreos, que habían convocado a un paro sectorial este fin de semana, justo en pleno recambio turístico de vacaciones de invierno. La decisión busca restablecer el servicio y garantizar la operatividad de vuelos comerciales y de cabotaje.
La medida implica que el sindicato y la autoridad aeronáutica quedaron obligados a reanudar las conversaciones en una instancia formal y sin demoras. Durante la conciliación, queda suspendida cualquier medida de fuerza hasta que se llegue a un principio de acuerdo o se concrete una instancia renovada.
Esta convocatoria surge tras el alerta de posibles cancelaciones de vuelos y perjuicios para miles de pasajeros, quienes ya enfrentan alteraciones en sus planes de viaje.
El conflicto se originó por reclamos en torno a condiciones salariales, ritmo laboral y disponibilidad de descansos obligatorios, y según el gremio, esas falencias ponen en riesgo la seguridad operativa. Desde el Gobierno, en tanto, se destacó la importancia de sostener el flujo de tráfico aéreo durante los días de mayor demanda, evitando un impacto negativo en las familias y en la actividad turística.
Un contexto incierto
La intervención del Ministerio de Trabajo se da en un momento sensible. Las vacaciones de invierno coinciden con un aumento del movimiento aéreo, mientras las aerolíneas ya enfrentan ajustes por costos y desequilibrios financieros. Con la conciliación, el Estado busca evitar que el conflicto derive en cancelaciones masivas o en un caos en los aeropuertos.
El sindicato de controladores tendrá ahora 15 días para presentar formalmente sus demandas y llegar a una instancia de mediación. Si no se logra un acuerdo, la autoridad laboral puede extender la conciliación o, en casos extremos, remitir el expediente a la justicia laboral.
Impacto para los pasajeros
Cancelaciones y demoras: vuelos domésticos y regionales podrían verse afectados si no se convoca a reemplazos o se reestructura la dotación.
Incertidumbre para las familias: quienes planearon sus vacaciones dependen del restablecimiento pronto del servicio aéreo.
Turismo y economía local: provincias y vuelos internos corren riesgo si el conflicto se extiende más allá de los 15 días de conciliación.
La decisión del Ministerio sobre la conciliación obligatoria busca un equilibrio entre el reclamo laboral y la necesidad de mantener la conectividad. La ciudad y el país estarán atentos a cómo evoluciona la negociación y si las partes llegan a una solución que evite quebrar el ritmo turístico del invierno.